Breve ensayo sobre la controvertida “nacionalidad cubana”


Pedro Merino
Había una vez una isla caribeña muy codiciada por los imperios. ¿Por los imperios? Sí, no te equivocaste. La verdad sobre la controvertida “nacionalidad cubana” data de varios siglos. Desde que el Imperio Español se asentó en América, Cuba fue  su pedacito de tierra preferido. Así como el sabor del chocolate gana más adeptos entre los postres, Cuba: la llave del Golfo de México, siempre fue la “nación” más favorecida, primeramente por España, luego por el Imperio Norteamericano hasta la primera mitad del siglo XX, pues a partir de los años 60s fue ocupada por el “Imperio Soviético”.
Esa posición geográfica que ni tan americana ni tan latinoamericana -aunque se ubica en el Mar Caribe- ha estado siempre en la mira  de los poderosos del planeta. En ninguno de los extremos: porque está en el medio. ¿Pero en verdad cabe el vocablo “nacionalidad”? El nombre de Cuba se debe a la primera incursión del almirante español Cristóbal Colón en el oriente de Cuba. Hay apuntes sobre sus primeros contactos con aquellos   indios que pronunciaban vocablos como cuban, cibao, cubao, al hacer alusión a las montañas de la zona oriental de Cuba. Esos indios, cuyas etnias taínas, siboneyes, etc., fueron aniquilados durante la conquista española. Hatuey, el cacique taíno, fue uno de los primeros mártires cubanos según historiadores nacidos en Cuba.
Si se echa un vistazo al mapamundi caribeño, se puede apreciar que existen las Antillas Holandesas… Francesas… Británicas… Americanas o Islas Vírgenes de EE.UU., etc. Pues bien, las islas de Cuba y Puerto Rico pertenecían a las Antillas Españolas hasta 1898 cuando terminó la Guerra Hispano Norteamericana. Quizá, si se hablara de “nacionalidad”, el cubano es español de nacimiento. Las Islas Canarias (a un costado de España), la de Cuba, y Puerto Rico, tienen mucho en común. Hay otras islas caribeñas que se independizaron. Sin embargo, ¿se puede decir que todas esas islas caribeñas ostentan una “nacionalidad”? Evidentemente, NO, por la sencilla razón de que los nativos –indígenas- fueron esclavizados y exterminados. Es posible que algunos de esos indígenas hayan escapado en sus precarias embarcaciones hacia el continente americano. De lo que sí no se tiene información es que, esos indios cubanos, hayan regresado a Cuba; más bien se congregaron a otras culturas indígenas americanas. Finalmente fallecieron. Más que una transculturación, hubo una pérdida de idiosincrasia indígena, de raíces autóctonas, algo así a un tipo de experimento social como “ratones de laboratorios” mediante  la trata de esclava. Del esclavismo se puede creer cualquier horrendo acontecimiento. Lo que sí se sabe, y confirmado, que esas islas caribeñas fueron repobladas, en contra de su voluntad, por esclavos africanos que es la etnia que más predomina hasta nuestros días.
En el caso de Cuba, que es el tema que compete, durante la ocupación norteamericana a principios del siglo XX se capacitó a la Finca Triscornia, en Casa Blanca, muy cerca de la Bahía de La Habana, el lugar donde los emigrantes pasaban su cuarentena para luego insertarse en la población cubana. Solamente podían ingresar a la Isla hasta 50 mil personas, anualmente, provenientes de Italia, Francia, países árabes y asiáticos, entre otras naciones. La emigración española que tras perder la guerra contra los Estados Unidos, en 1898, ha dejado sus vestigios o valores patrios (habla castellana, acento  canario, costumbres, etc.) aún hoy día, más que los EE.UU.
Era la época de la Neocolonia o República Mediatizada. Las banderas de Cuba y EE.UU. ondeaban, paralelas, en La Habana. En esa era cualquier ciudadano cubano -que tuviera dinero-  podía viajar a EE.UU. o a cualquier país del mundo con su pasaporte de la “República de Cuba”.  El epíteto que más apodaba a Cuba era el de la Perla de las Antillas. Ya se había hablado de “nación” y “nacionalidad cubanas” en el siglo XIX, pero solo se había quedado en promesas de políticos que, por cierto, fue el legado de la política lo único que quedó para los cubanos en esa Cuba Republicana. La industria era de los estadounidenses y los comercios de los españoles, así que los cubanos poderosos tuvieron que conformarse con la política. Y como las fuerzas políticas son las que dominan las naciones, en esa era republicana -o ultraderechista- donde quítate tú  pa´ ponerme yo o los golpes de Estado, por mafiosos, eran el sustento del momento que más caracterizaba a la “nacionalidad cubana”.
Posteriormente, en 1959, surgió un nuevo tipo de golpe de Estado o revolución sui géneris: te quito a ti, me pongo yo, y nadie me quita que todavía hace aspavientos actualmente. Esa es la era -durante la penetración soviética-, de la ultraizquierda, en la actualidad con un modo de producción capitalista, que más ha hecho hincapié en la controvertida “nacionalidad cubana”. Desde políticos hasta historiadores han investigado sobre valores patrios, exagerados papeles letrados donde el lavado de cerebro se impone. Es más, un pasaporte de la “República de Cuba”  solo sirve, risiblemente, para viajar dentro de Cuba; paradójicamente, su adquisición es en divisa o su equivalencia al cambiar el peso cubano al peso convertible. En los aeropuertos, en los salones de tráfico internacional, cualquier ciudadano cubano puede ser presa fácil de un limbo migratorio así tenga visa, a no ser que, número 1, tenga una “carta de invitación” (para que un extranjero lo saque del aeropuerto), número 2, que pida refugio o asilo político, número 3,  pertenezca a una Delegación Cubana que se comprometa, en todos los órdenes (alojamiento, alimentación, atención médica, etc.)  por sus conciudadanos. Es como único se le estamparía el sello de entrada  a un país a un ciudadano cubano; de lo contrario, sería deportado. ¿Entonces dónde está la tan real “nacionalidad cubana”? Evidentemente no existe, nunca existió porque siempre ha sido manipulada por políticos tanto de la extrema derecha como de la ultraizquierda cubanas.
Es cierto también el dicho: “el que no quiere a su patria, no quiere a su madre”. De que a algunos exiliados cubanos se les tilda de apátridas, así como de patriotas ultraizquierdistas cubanos -residentes en Cuba y en el exterior-  que aman a los mártires de los dólares u otras monedas duras. En Proverbios 27:8 dice, cual ave que abandona su nido, tal es el hombre que se va de su lugar. ¿El libro de los libros no se equivoca? ¿El nacionalismo también es otro error humano que ningún político ha enmendado? Hay ejemplos de  países, naciones, etc.  que han cambiado de nombre debido a conflictos bélicos, separaciones, entre otras cosas, por caprichos de políticos que no han arriesgado su pellejo. Entonces, ¿cuál es tu nacionalidad?
Bibliografía consultada:
  • Enciclopedia, Cuba en la mano, [1956].
  • Enciclopedia, El libro de Cuba, 1955.
  • NOTAS sobre temas sociopolíticos, sección  Editorial, u otras secciones en publicaciones seriadas cubanas: Bohemia y Carteles, 1910-1958.
  • NOTAS sobre temas sociopolíticos en periódicos cubanos: Granma (Lunes de revolución), Juventud Rebelde desde 1959-2005.
-FOTO: El Autor. Escritor cubano residente en Colombia. Graduado en Ciencias Bibliotecarias por la Universidad de La Habana en 1994. Edita el blog “Quinta de la Caridad


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