Carta a un joven amigo, cubano como yo.



Dedicada a Eduardo Quincoso
 y a mi hijo J. Eduardo Soler.

Eduardo,
te llamas como mi hijo, Eduardo, se lo puse por el nombre de un alumno que quería mucho, fue mi ayudante siempre que estuve en su grupo. No he vuelto a saber de él, tú me recuerdas a mi hijo y al viejo alumno. 

Eres un rebelde, los hay sin causas, tu pareces tenerlas, no las exageres pueden volverse en tu contra. Mientras se es joven podemos darnos ese lujo, rebelde, me suena MUY BIEN.
Naciste en uno de los peores rincones del mundo y te digo esto porque dicen que los hay peores. yo solo conozco el que tu y yo compartimos, Cuba, Fidel Castro, los CDR, Patria o muerte, Venceremos, Seremos como el Che...  bla , bla, bla, bla...

La libertad sigue siendo utópica, ni los franceses, ni los antiguos la conocieron, ni griegos, ni romanos, ni curdos, ni sefarditas.

Viniste para acá y la buscas, te rompes las noches en pos de los ideales soñados y despiertas y vuelves a la realidad presente, supuestamente en un país libre, democrático, orgulloso de sus orígenes, de su carta magna, de su bandera, de sus fundadores y como un Segismundo del milenio, despiertas.

Los fundamentos, los hicieron a esta gran nación, diría el mejor que ha existido desde el momento en que nos convertimos en seres civilizados; no la encontraras y menos en momentos de crisis y de un cambio de época, no, no lo encontraras y tus pataletas no  les interesa a nadie, fíjate que ni a los jefes de estados hacen caso, ni a los dirigentes de organizaciones no gubernamentales, creadas sin fines de lucro, tampoco.



 Ahora la minorías quieren el mando, quieren gobernar al mundo, imponen sus demandas usando guerras no convencionales, saben no es su estilo y que perderían, son otras, sin muchos armamentos sofisticados, ni remilgos, lo que se dice al pan, pan y al vino vino, algo así como los bárbaros que destruyeron al Impero Romano No les importa a quienes tengan que sacrificar y si los antiguos hacían sacrificios de sangre con humanos y animales en los altares , ellos los hacen en las calles, porque les pertenecen y lo mismo hacen un héroe de un asesino con una larga historia de delitos que a un a niño que su mundo es pequeñito, lo convierten en su victima. Encontraras mitos que hasta los conociste por el barrio y no te asombres , son los de ellos, los tuyos fueron otros.

Lo que dices es verdad que muchos las creen pero no son sus banderas y no las enarbolan, hay otras.

(Yo, la Maestra)

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