A propósito del concierto de Pablo Milanés.



Recuerdo cuando era estudiante en Cuba, creo que nunca he dejado de serlo,  me enseñaron que el artista debía hacer un compromiso con su época a través de su obra, ir a los conflictos sociales, sensibilizarse con las injusticias, desigualdades, crímenes de la humanidad, el artista debía ir en busca de soluciones y ofrecerlas en su creaciones con el fin de educar a las masas, crearon un método para el arte e hicieron un panfleto que se llamó “realismo socialista", muchos se dieron cuenta que el arte no se administraba por recetas pero la dictadura mordía duro y aquellos que no cumplieran con los requisitos o eran mediocres, faltas de sensibilidad por la causa de los desposeídos y no tenían cabida en aquella sociedad, recordar "Palabras a los intelectuales". Se politizo hasta el beso más apasionado, todo, la rosa, el verso, la amistad hasta el cansancio y como no querían quedar mal con algunos muertos ilustres ponían en boca de estos palabras de condena o pronunciamientos políticos que nunca asumieron, el caso más ilustre, José Martí.



Es cierto que a mediados del siglo XX el arte se politizo en una buena parte del mundo, grandes artistas militaban en el Partido Comunista, no diré nombres son demasiado conocidos, pareciera que se puso de moda, coincidía con las Vanguardias, esto pasaba en el mundo y en Cuba, la Revolución había llegado el 1959, hasta hoy por desgracia, las generaciones anteriores como la de Lezama, Virgilio, Carpentier, Dulce María Loynas, los pintores Portocarrero, Víctor Manuel, Cundo Bermúdez  etc. ya tenían una obra, sus credos políticos, su compromiso con su mundo y con su obra que todos respetaban hasta que llego el comandante y sabemos lo que paso, unos se alienaron con los barbudos, otros se fueron y unos cuantos condenados al ostracismo más despiadado dentro del país. El arte se dividió, una muralla de agua nos separaba pero comenzaron a llegar nuevas voces que junto a los  que se quedaron por suerte porque no habrían de irse todos, nunca condenaré al que se quedó ni tampoco al que se fue, los que llagaban  nos hicieron el aislamiento más aceptable. Al principio algunos desconciertos, el estado que dictadaba todas las reglas de nuestras vidas también incursiono en nuestros sueños, quiso apoderarse de nuestras almas, dictarle los sentimientos que debía albergar y decirnos a quien regalar nuestros aplausos y nuestras lágrimas.
Es cierto, muchos cantaron al Gobierno, bien porque lo sentían o porque eran testigos de su tiempo, era su espacio y el totalitarismo es un mal que te va penetrando como un cáncer y éramos jóvenes y no podíamos separar y clasificar al artista que estaba o no con el gobierno, pensábamos como vivíamos y la vida transcurría y el totalitarismo se hacía cada día más sabio, un buen día dijeron que el artista no era un agente político, nos dejaron oír a los Beatles, Roberto Carlos, muchos artistas norteamericano, Billy Joel, Steve Wonder y otros y que caray, nos sentimos felices y la generación anterior que oía a los Beatles escondidos pagando por sus melenas un precio, ahora los podían escuchar, respiramos.
No crean que me pierdo en esta hechos que quiero recrear, recogeré los hilos de la trama como quien recoge a su personaje que ha dejado suelto y al final quiere ajustarle cuentas con el lector, si no están cansados los que me leen sigan hasta el final, gracias.
No pretendo salvar a nadie de la hoguera que no encendí y soy como todos un ser político, nadie se salva pero no puedo cuando busco a Wagner o voy por Pirandello o Leonardo dejar de disfrutarlos porque sirvieron a  determinados amos, tendría que hacerlo con todos los renacentistas, que sus mecenas fueron muchas veces sus verdugos, Papas, reyes absolutistas nombrados desde el cielo con poderes sobre vidas y haciendas, que defendieron la esclavitud o porque no cantaron a la peste o a las hambrunas, simplemente caería en lo que critique y fui victima, el realismo socialista. Nadie se atreve ahora a criticar a Shakespeare porque buscó en otro mundo, en otra época sus temas para fatigar los vicios de su sociedad y sus crueldades porque la suya no se lo permitía y no tuvo coraje para hacerlo.
Sé que es reciente la herida que los cubanos hemos sido víctimas de acontecimientos históricos que tanto me traen a la mente la suprarrealidad de lo que Alejo Carpentier llamo “lo real maravilloso’, (interprétese bien el concepto, en todo su alcance y no confundir maravilloso con aplausos) Un mundo que nos abraza y sumerge en acontecimientos insospechados donde quieras o no eres protagonista.
Por eso quiero regresar al realismo socialista, aquel método inventado por los soviéticos que condenaron a las vanguardias de siglo XX, a los abstraccionista, por no condenar o aplaudir los acontecimientos de su época, evaluar la actitud asumida por el artista que ante todo es un ser humano y si creo que debe sufrir, aunque no vaya derramando lágrimas, cuantos sentimientos encontrados, cuantos momentos a solas con un mundo imaginario que tal vez quiera cambiarlo y hacerlo mejor o está de acuerdo y son otros sus males. El arte por ser un reflejo de la realidad es divinamente humano, el artista sin proponérselo y aun defendiendo las causas más horrendas al hacer arte no puede escapar y su obra sale, vuela, nos la adueñamos y nos sentimos dentro y salimos en busca del unicornio porque también se nos perdió y solo teníamos ese y no es que como cubana y ciudadana de este planeta que condena a los tiranos que conozco bien de cerca, no se me nuble la mirada cuando oigo Silvio Rodríguez defender al régimen o a Pablo Milanés cantarle al comandante, no los aplaudo entonces... No, los condeno pero no es de lo que se trata, me refiero al arte que nos pertenece que nadie tiene el derecho de asesinar y obligarme a aplaudir a quien no quiera hacerlo.
Por todo esto no renunciare a Leonardo, Miguel Ángel, Wagner, Pirandello,  Julián del Casal, Picasso, García Márquez, Serrat, ni al arte de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.
Súbase y deje el pellejo en la acera…
Tal vez me acerque a Pablo y le reclame por qué cantó al comandante y me diga… Acuérdate de aquella época, chica, tú sabes cómo era la cosa… y lloremos por el tiempo que se nos fue enganchados a una etapa de la vida que nos impusieron malos cubanos.
Sí, lloraré porque hay veces que en el dolor encuentro consuelos a mis males...
georgina miguez lima ©.

Comentarios

  1. VALIOSO ARTICULO, QUERIDA GINI.......EL ARTE Y SUS DETRACTORES HAN EXISTIDO SIEMPRE...PABLO VALE MUCHO.....Y SI PENSAMOS UN POCO....BYRON FUE RECHAZADO POR SU MALTRATO A LAS "DAMAS" DE LA CORTE( Y DESPUES, SE DISPUTARON SU CORAZON CDO. MURIO)...........CHAPLIN, FUE CRITICADO POR SU VESTIR (Y, DESPUES TODO EL MUNDO VESTIA COMO EL)...ASI, MUCHOS...WHITMAN, O.WHILE, ETC.,ETC.,ETC........EL ARTE SIEMPRE ES DE VALOR, CUANDO LLEVA CORONA DE ORO!!!!UN GRAN ABRAZO!!!!!

    MARIA A. MIRO

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