De la mano de Don Benito Pérez Galdós. Parte II

Sus obras han sido llevadas al cine, "Fortunata y Jacinta","Tristana","Tormento”, además de llevarse también al teatro con guiones del propio autor. Se han realizado excelentes seriales de la TV Española. Me gustó especialmente Tristana, ese espíritu de independencia, su optimismo ante la adversidad, su perseverancia para mejorarse a sí misa. Él final es triste, esas largas conversaciones entre Tritana y su amante ,el pintor Horacio son una de las más bellas que haya leído, hay amor, celos, exigencias, entrega, pasión desbordada, donde se impone la realidad y aunque Galdós le da cabida en su obra al romanticismo sus finales son trágicamente realistas, nos dejan un sabor amargo, pero nos ha hecho soñar durante horas con su lectura y se lo permitimos o le ponemos otro final como en la versiones libres de algunas películas del cine norteamericano. La que realmente más me gustó fue "Tormento”, sin dudas  y no es que sea de las mejores según los críticos pero me gustó mucho la versión para el cine con la actuación de Ana Belén, Paco Rabal y no recuerdo si también la de Fernando Rey. Galdós fue un crítico acérrimo del fanatismo religioso y esta novela ocurre en una buena parte en uno de esos conventos españoles del siglo XIX.
"Tormento”, el título es bien sugerente, se trata de un amor imposible, la joven Amparo vive bajo la semi-esclavitud de sus parientes los Bringas, una familia de funcionarios con muchos aires de grandeza, ésos que conocimos en la Moncloa, porque Galdós crea un mundo novelesco donde podemos encontrarnos con personaje en otras novelas, a lo mejor Dona Perfecta la encontramos un día de visita en casa de las de Bringas, o dándole un consejo a Jacinta, maravilloso mundo este del novelista canario Tormento, que así la llamaba el sacerdote y su hermana, en cambio son pobres. Cuando llego de América un pariente rico, Agustín Caballero, y no muy acostumbrado a la vida social se produce una pequeña revolución en casa de los Bringas. Rosalía, la esposa, desea emparentar como sea con tan buen partido a una de sus hijas... pero él se va a fijar en Amparo ,(Tormento) nadie sabe de un secreto en su pasado que resucita con el regreso de un cura con el que tuvo ciertas relaciones  y que no parecían resignados a dejar de tenerlas...
Como es habitual en el autor los personajes, incluso los secundarios están muy bien descritos y llega a crear algunos muy llamativos, como Marcelina, la hermana del padre Polo ( amante de Amparo) de tal obstinación que conmueve ,cuando visita a su hermano, huele a "hembra" y sospecha que hay una mujer, pese a que él se lo niega; se aposta toda la noche delante de su casa para sorprenderla, Amparo es la típica chica pobre que arrastra una terrible culpa, un "pecado" que no olvida y que hace que se considere indigna de estar con hombres buenos y de calidad. Ese pecado que no se nombra, pero que se intuye, la vincula con el padre Polo, un cura impetuoso, que entró en religión sin creer realmente en ella, y que poco a poco se fue "convirtiendo". Este hombre aparece en la novela para distorsionar la vida de Amparo, y para hacerla conocer del amor carnal y del sentimiento de culpabilidad por sentirse culpable de aquel amor pecaminoso, pero se ha prometido con Agustín, sin amarlo, pues su pasión es el cura, son bellísimas las cartas que se cruzan entre ella y el sacerdote. A la novela se le ha tildado de culebrón pero a mí me gusta mucho, ese amor pasional, reprimido del sacerdote hacia la muchacha, es toda una imagen de deseos, ansias de poseer a la persona amada, pero tan alejada por puros prejuicios religiosos, ya el tema del celibato sale a la luz y Galdós sabe sacarle partido,
Obra del puro estilo Galdós, con largos diálogos coloquiales y naturales, muy realistas, excelente prosa, llena de matices no libre de barreras de los convencionalismos sociales "artificiales".
El mensaje de la obra está pues, bastante claro, aunque con ciertos "matices", una mujer que no es “pura" no sirve para el matrimonio, pero sí para el concubinato. En este sentido, podría objetársele a Galdós un poco de mojigatería y más teniendo en cuenta el carácter del personaje de Agustín Caballero, el mismo se considera un hombre de la frontera, libre de ciertos prejuicios , del nuevo mundo americano donde ha pasado largos años entre indios, viviendo casi sin normas. Un personaje interesante, que en cuanto se da de bruces, vuelve a las ataduras de su educación machista y llena de prejuicios que no es capaz de afrontar.
El final triste, Amparo acepta irse con el nuevo rico de vuelta a América y renuncia al amor carnal, apasionado y sincero del sacerdote, éste descubierto es castigado por la iglesia y debe marcharse a un lugar lejano.
Quise de alguna forma traer al amigo de mi juventud, de mis años de estudiante, Don Benito Pérez Galdós para rendirle homenaje pero también  porque con sus lecturas aprendí cosas del amor desconocidas para mí, me ensenó a amar a través de sus novelas y sus personajes femeninos.
 Gracias, viejo amigo de mis años felices...


georgina miguez lima ©.

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