Yo . . sin yoismos.


Yo a los 11 años
 A mis padres
 quienes me enseñaron a vivir
 dentro de una sociedad cerrada, totalitaria y cruel,
 abierta a las cosas más bellas de la vida. 

El primer tropiezo con mi yo ocurrió el día de mi nacimiento, uno llega cuando llega, alguien desconocido lo decide por ti, pero yo, que siempre ando atravesada se me ocurrió hacerlo un día indeciso a las 12 de la noche, tremendo lio, bien podía ser un 31 de marzo o el 1 de abril, mi mamá lo decidió, ella siempre lo decidía todo, nada, sencillamente dijo “nació a las 12.01, el 1 de abril, bueno, resolvió mi primer yo.


El segundo encontronazo, el nombre, ella quería Georgina porque su amiga Adelina tenía una niña que se llamaba Georgina y todos le decían Ginita y ella se encargaría que nadie me dijera de otra forma, pero no se cumplió, empezaron a decirme Gini y hasta el sol de hoy, creo que el que empezó fue mi papa, un poco para restarle poder en todas las decisiones que se tomaba, el problema medio resuelto, como no contaron conmigo yo ahora lo encuentro muy cortico y aniñado.
La tercera agresión a mi yo, fue culpa del color de ojos; resulta que mis hermanos y mi papá los tienen verdes, yo no y ellos se parecen más a él. Acostumbraba a llevarnos cuando éramos pequeños con sus amigos y nunca faltó alguno que dijera: Esta-  señalando para mí,  no es harina del mismo costal-  Me desprendía corriendo para la casa,me escondía detrás de la puerta, siempre la misma, porque me encantaba que mi papa me encontrara, me sentara en sus rodillas y me dijera estas consoladoras palabras- Tú te pareces al abuelo de España - Me gustaba que lo dijera pero no estaba conforme del todo, total si yo no lo conocía ni los amigos tampoco, pero él que era sabio, se dio cuenta; entonces un día, sin estar detrás de la puerta, me llamó, pensé, seguro está bravo conmigo, no me subió en sus rodillas, me tomó por los hombros y me miró a los ojos y dijo esta mágicas palabras -  Tus ojos son del color de los ojos de los leones. Mi papá, lo sabía todo, era un sabio y  también un mago, desde entonces ,cuando voy a los zoológicos los buscó, y de esa forma le hago un pequeño homenaje a la memoria de mi padre porque de así tan lindo resolvió el tercer problema de mi "YO"
El cuarto y tal vez el peor es que nací zurda, pero mi mamá, lo resolvió tambien, decidió que tenía que aprender a escribir y comer con la derecha, así sería igual a los demás, tuve delante mi los ojos retorcidos de mi mama indicándome cuando no cogía la mano derecha para comer o escribir sobre todo delante de las visitas, durante muchos años, después se fue disipando. Por esto, si pagué algunos malos momentos y la inseguridad que me quedó de no saber nunca para dónde coger. Si a la derecha o a la izquierda, tremendo rollo en Cuba socialista y comunista. Lo otro vendría cuando intenté aprender a manejar, un desastre porque así de pronto no se me puede decir: - Dale a la derecha porque cojo para cualquier parte, se me nubla el cerebro, a mí es p’a acá o p’a allá. De esto todavía me quedan rasguños, nadie en la familia quiere que conduzca y mucho menos ir de copiloto para que aprenda, pagué a un señor y es otra historia, soy un peligro..  El mal rato más grande fue en las milicias universitarias, en los años terribles para los cubanos, un día un compañero de clases me llama y me dice-  tienes que meterte en las milicias, sino te van a depuran-  y yo como una ovejita castrista, así lo hice, entonces sí la cosa se me puso fea, cuando empezaron los entrenamientos, a mi decirme , flanco derecho o franco izquierdo era lo mismo, para donde me diera la gana, perdía el rumbo, ni el señuelo que era el anillo de compromiso que ya llevaba en la mano derecha me sirvió de nada, me sudaban tanto las manos que tuve que quitármelo, hasta que sentí: -  Rompan filas…  Ay qué alivio, se había terminado mi tortura-  Pero, no, al momento siento un grito que no formaba ya parte del paisaje- El número tal, un paso al frente- segurito que era yo, efectivamente, la misma que viste y calza,-Seguro piensa que me estoy burlando, pensaba bajito-  pero fui, qué remedio, eso era una cosa seria, era militar y me dijo: - Deme sus manos soldado, y por poco me rio en su cara a pesar del nerviosismo ¿Yo soldado? como si fuera de plomo, me acababa de enterar pero le conté y me creyó, eso sí, durante todas las practicas al frente al lado de él para que me orientara .Nunca aprendí cuando se acabaron los entrenamientos nos confesamos, él siempre me halaba para donde debía girar, no me desaprobó.
Otro problema con mi yo, fue en ser la del medio, oía a mi mamá-  ésta es la más chiquita, la hijita de la vejez- con mi hermana- y este el mayor y único varón- Yo hubiera querido que la tierra me tragara. Un día, más grandecita me le paré enfrente y grite con todas mis fuerzas y se enteraron todos los vecinos ¿Y yo?  ¿Yo queeee e é? No resolví el problema, hasta muchos años después cuando me quedé sola en Cuba con ella, ella pensaba que me tenía retenida, nada yo estaba dispuesta a esperar el final, se me adelantó, siempre fue la que tomó todas las decisiones y programó su propia muerte, un mal día decidió no comer más y así se fue. Días antes de morir me confesó que era a mí a quien más quería, tal vez no fue a la que más quiso, pero sí fui quien más la quiso a ella, entonces pensé-  Pobrecita ¿Por qué me dice eso? No quiero que lo diga y mucho menos para quedar bien conmigo-  No me dio tiempo a conversar esto con ella, así nos despedimos y poco después yo salí de Cuba.
Por todos estos descalabros con mi maltratado yo, siempre he tenido tendencia a la inseguridad y es muy frecuente que pregunte a mis familiares y amigos si me quieren o estan bravos conmigo. ¿A qué vienen estas boberías? A veces es bueno decir algo de uno, por lo menos a mí me gusta y otra porque hace unos días me paso algo que me hizo volver a mis viejos "yos”, tan maltratados, o no, quizás  también soy responsable por mis sensiblerías y yo misma los haya malcriado y no es tan así. Resulta que llamé a una persona con la que no había hablado nunca y la pregunta más sensata que pudiera hacerme seria: ¿Quién eres? Ay dios mío ¿Quién soy? ¿Qué digo? y lo único que se me ocurrió decir: "YO".

georgina miguez lima ©.

Comentarios

  1. Gracias Gini por desnudarnos tú YO, sencillamente me encantó.....Yo también soy la del medio....Un abrazo, siempre es un placer leerte.

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  2. Minha amiga que bom ler tuas palavras transparentes e simples.

    Bom fim de semana
    um forte abraço
    oa.s

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  3. gracias amigos por estar en mi blog que es un poco el de ustedes por su presencia tan linda para mi. Los abrazo fuerte,

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  4. Amiga.... gracias por compartir parte de tu yo... es maravilloso conocer y tener de amiga a una persona como tú... un abrazo.

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  5. Mar, es muy lindo escucharte decir esas cosas, muchas gracias y bendiciones, un abrazo.

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