Con la voz del ruiseñor invoqué tu nombre.
Con la voz del ruiseñor invoqué tu nombre,
y un viento malo se lo llevó,
Lo busqué en la brisa del río
en el aliento de la noche,
en el ruido de las calles.
Recorrí todos los bancos del parque,
el castillo abandonado,
el campanario. . .
el callejón de los pecados,
Y entre "los tiernos fresales" me fui al río
y eché tus besos al agua.
Si no tengo, tu voz, ni tu cara, ni tus gestos
Para que quiero unos besos
que me inventé una tarde.
Así es Gini, si no está... para qué los Besos...
ResponderEliminarLindo cómo siempre.
Haydeecita Pereda.
gracias amiga, muchas gracias, un beso.
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