Llueve. . .




Llueve. . .

La tarde me engatusa y quisiera mandarte un beso, estás tan lejos del mar y yo aquí con mi manía tratando de mandarte un beso, pero llueve y me inundan las melancolías. Sería mejor enviarte versos...

La lluvia me entristece y quiero que lo sepas, pensándolo bien, tal vez te escribo una carta, de esas que ya no se usan y que casi nunca llegan... 

¿O te enviaré  los besos robados a Madame Bovary o el amor  eterno y secreto de Fermina Daza y Florentino Ariza o a los amores eternos del caballero de la triste figura?

Mejor me acurruco a la tarde y con el goteo incesante de la lluvia  te mando  una rosa, te llegará antes... 

Y sabrás que alguien desde un rincón del mundo, intentó mandarte un beso que la lluvia no quiso llevar...

Y simplona y triste se echó a llorar. . .



Comentarios

  1. Tienes razón Gini, la lluvia tiene ese mágico poder de ponernos melancólicos y tú lo relatas de la forma qué nos tienes acostumbrados, bella, un abrazo.

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  2. Hay veces cuando llueve que caigo en un romanticismo desdentado y caduco, no tengo escapatoria, gracias por tus palabras y el abrazo, mi bella fiel amiga. Otro abrazo.

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  3. inquietante la lluvia que empapa los latidos y purga las cenizas. gracias

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    1. Me gusta la lluvia, sentir el chin chin imperturbable y hasta salir a enfrentarla para alejar las cenizas... pero esta tarde me entristece aunque no quiera que pare…

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