Mi carta de presentacionen Facebook

  Domingo, 20 de diciembre de 2009, 10:49

Soy nueva en Facebook, arrastró el atraso tecnológico que nos dejó el Socialismo del Siglo XX, ahora hay otro, el de Hugo Chávez, pero yo soy un producto de aquel el de la Guerra Fría. Soy algo así como una vieja dama indigna (ver película francesa de Rene Allio,1965,basada en una obra de teatro de Bertola Brecht, se las recomiendo, pertenece a lo que se le llamo La Nueva Ola) Mi edad no la voy a decir, porque entre otras cosas, no me da la gana, las otras cosas, entiendo que mientras uno se siente joven la oculta y a mí me resulta muy femenino no decirla, no critico a quienes la dicen; pero me gustan más las que no la dicen, porque entre ellas estoy yo, también me parece una forma de coqueteo y soy algo, como decía mi madre, relambía aunque ya no tanto.
Viví muchos años en Cuba, "viví en el monstruo y le conozco las entrañas”, como dijo Martí pero mi honda no es la de David porque no hice nada; viví con las limitaciones del sistema, con el miedo al compañero de trabajo o de estudios, con la doble moral, trabajé en la escuela al campo, cogí camellos, sufrí apagones y tuve a un hijo, un padre, una madre, etc. enfermos y no encontré la medicina y si lograba encontrarla tenía que caminar toda la Habana y no sigo porque no quiero con esto conmover a nadie.

 Me quede por amor a mi familia y a mi país porque Cuba me duele, la llevo siempre en el rincón más lindo  de mi corazón. No me quede para defender las cosas que otros no defendieron y salieron y lo dejaron todo en banda; no los critico, pero tampoco deseo que me critiquen por haberme quedado y llegar tarde, pero si enterré a mis muertos, mi madre fue la última, siempre he pensado que en un acto de amor hacia mí, así lo decidió.
No soy comunista porque me guste la foto del Che de Korda, la considero una de las fotos más bella que he visto, solo eso, ni porque me gusten Silvio, Pablito, la Charanga Habanera y Acuérdate de abril; tampoco me siento terrorista porque en cierta forma aplaudí la cara rota del bufón de Berlusconi, porque él me recuerda a otro muy cercano. Odio al gobierno totalitario y comunista de Cuba porque lo padecí por muchos años con el dolor que  produce la impotencia ante tantas injusticias y tantos controles porque crearon el sistema de vigilancia sino perfecto muy cercano a serlo, por suerte no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista y ya vemos a las más jóvenes generaciones haciendo lo que no hicimos nosotros, cuanto los admiro porque si conozco muy bien a lo que tienen que enfrentarse los disidentes, los blogueros, las mujeres, arriesgan sus vidas porque la tiranía es brutal y asesina, mata, encarcela, son heroicos y dignos de veneración, son los pinos nuevos de los que hablara Martí.
Hace unos días desempolvé un viejo relato "Cuentos reales envueltos en misterios”, a nadie se lo pedí prestados, los personajes tienen la culpa porque existieron y a ellos si me los robé, solo a ellos. Y si hay culpables por mi osadía, seguro estarán entre algunos de los siguientes nombres: cuenteros mayores de Cuba, como Hernández Cata, Luis Felipe Rodríguez mi favorito Onelio Jorge Cardoso; entre los universales hay muchos Chejov, Juan Rulfo, Guy de Maupassant, Leopoldo Alas, 'Clarín”, me olvidaba de Alejo Carpentier, hay más, seria largo y no me vienen a la mente ahora y tampoco me los sé todos.
A veces revoleteo por todo lo que encuentro en los muros de los amigos y digo algo, siempre con el deseo de halagar, porque lo que no me gusta no lo digo, espero que nadie se haya sentido maltratado, lo he hecho con lo mejor que hay en mí.
Para terminar con esta larga y rara presentación, por si alguno leyó hasta el final, les prometo el relato de amor más bello del mundo, no soy la autora, son esos personajes mágicos del pueblito donde nací que  están conmigo en unos papeles estrujados, algunos los dejé en Cuba, pero cuando los conjure aparecerán y como los seis personajes de Pirandello fueron en su busca, ellos me buscarán a mí.