La muerte buscó a su muerto.
Murió Hugo Chávez, no
asustemos al muerto.
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La muerte llegó asustada, vino
por su muerto.
- Es mío,
denme al muerto,
- No queremos verla, que se
vaya - aullaban los alguaciles. y los adeptos-
Es un líder, es Hugo
Chávez... aquí no ha muerto nadie
Y le ocultaban al muerto.
Y le ocultaban al muerto.
La noticia no por esperada
dejó de recorrer el mundo, todos los medios de comunicación tuvieron la
oportunidad de compartirla, me imagino estarían de plácemes, es así, por más
que nos conmueva la muerte y respetemos al muerto.
En el caso del presidente
no juramentado de Venezuela, la cosa es diferente, no es de esos que mueren
todos los días en cualquier rincón del mundo, era un presidente, era un
caudillo más de los nuestros, de los hispanos americanos, no sé si el último,
eso nunca se sabe, un populista que le prometió a los desposeídos lo que no
podía darles, estaba prisionero entre la espada de Bolívar y las barbas de
Fidel.
Arremeter contra viento y
marea contra los enemigos, los reales y los que se inventen para que la batalla
resulte más real, que retumbe en el mundo entero, el azufre del diablo. Su arma, el socialismo del siglo XXI, ya el
del XX, demostró que no se puede repartir lo que no se crea, él se equivocó, una
vez más, como muchos líderes del mundo, cayó en la trampa y empezó a repartir las riqueza de su país, no solo
entre los pobres de Venezuela, quiso ir mas allá y quiso hacerlo entre los
pobres del mundo, se olvidó que todo se acaba y como siempre ocurre en estos
casos arruino a su país y al final , solo pobreza tendría que repartir, como su
maestro que la muerte no quiere recoger, ella tendrá sus razones.
Como dice un amigo mío, muy inteligentemente, Héctor Cornillot la muerte no debió derrotar a Hugo Chávez, él debía ser derrotado en las urnas, su pueblo debía darle una respuesta. No lo hizo, muchas veces los pueblos carecen de memoria y estos caudillos, engolfados, petulantes, carismáticos, algo fantoches y simpáticos confunden y este llegó lejos mucho más lejos que su mentor, algunos países del continente lo copiaron y comenzaron a jugar con la democracia electoral, con el voto de los simpatizantes , arrasan con las instituciones, se atrincheran en el poder y son eternos elegidos de sus pueblos, no sabemos por qué misterios los eligen, tema para los sociólogos , psicólogos y filósofos.
Como dice un amigo mío, muy inteligentemente, Héctor Cornillot la muerte no debió derrotar a Hugo Chávez, él debía ser derrotado en las urnas, su pueblo debía darle una respuesta. No lo hizo, muchas veces los pueblos carecen de memoria y estos caudillos, engolfados, petulantes, carismáticos, algo fantoches y simpáticos confunden y este llegó lejos mucho más lejos que su mentor, algunos países del continente lo copiaron y comenzaron a jugar con la democracia electoral, con el voto de los simpatizantes , arrasan con las instituciones, se atrincheran en el poder y son eternos elegidos de sus pueblos, no sabemos por qué misterios los eligen, tema para los sociólogos , psicólogos y filósofos.
Descanse en paz Hugo
Chávez, como no lo hizo en vida.
Gini, es buenísimo éste articulo sea por el análisis político sea por la ironía inicial de la muerte que busca su muerto pero no se lo dan.!Genial!
ResponderEliminarGINI, ESTOY CON ALICIA, EN GENIAL EL ANALISIS POLITICO E IRONICO DE LOS CHAVISTAS ESCONDINEDODLE EL MUERTO, A LA MUERTE. LO VOY A COMPARTIR.
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