“La fotografía” de Cuentos para internautas.
Un olor espeso lo inundaba
todo, parecía como esas veces en que el mar entraba en la ciudad pero no había ocurrido, era
diferente, tal vez una brisa, un aire como ocurre en los meses de marzo y de
abril anunciando la cuaresma, era el responsable que todos sintiéramos la
presencia del mar desde nuestras narices.
El día, no era soleado, era
uno de esos en que el sol juega a los escondidos detrás de las nubes, aparecía
y desaparecía y todo indicaba que iba a llover, nadie lo dudaría. Si el viejo
Gárciga estuviera vivo vendría a
advertirme: “cierra las ventanas y no salgas a mojarte, hoy caerán truenos y
centenes”, en aquel entonces no sabía qué eran los centelles o las
centellas, no le entendía muy bien como lo decía, ya andaba viejo pero
les tenía más miedo que a los truenos, por lo menos a estos los veía y los oía
y a ellas no ¿Serian un invento del viejo para asustarme? Nunca se lo pregunté.
Ahora que estoy
lejos y sola me llega este día huérfano de sol y lleno de agua por todos los
rincones y el mar, el mar que nunca atravesó la línea, lo sentía, lo olfateaba
y recordé la promesa, sentí que un día como ese alguien esperaba por mí en
algún rincón del universo, me lo habían pronosticado y yo creía en los
milagros, siempre estuve enredada en mis libros, hablando a solas, haciendo
amigos invisibles entre páginas y letras, como no iba a creerlo.
Entré sigilosa, dejé los
zapatos en la puerta, me sequé con lo primero que encontré, chorreaba agua por
todas partes, miré a todos lados, comprobé que no me vieran llegar, todos
dormían, entonces me atreví…. abrí mi computador y ahí estaba él dentro de
su fotografía, sonriente, perfecto, mandándome un beso en la punta de sus
dedos…. no me habían descubierto... todos dormían...
Armando Araya Garcia: Una de esas joyas, de abundancia rara en el hoy, dejada por la inspiracion en clamor de impronta. Sorprende mas, entonces, el enmarcado actual que la entorna. Gracias, Gini, por esta confirmacion preciosa, de magia y viviencia de duendes, de tan util aliento a lo creado. Un placer su lectura..
ResponderEliminarYo no sé si es una joya pero me gusta tanto oírtelo decir y si lo dices tú seguro que es de verdad ajajay… Intenté hacer una mezcla de mi mundo romanticón y novelesco con el que me enfrento a diario, no puedo deshacerme de la magia de mis duendes, de mis aguaceros y de quienes estarán siempre en mi vida como ese viejo Gárciga, así como así porque una maquinaria informática me aturda. Una vez más creo que escribo para mi gran lector, señor Araya.
EliminarNo sabes cómo me gusta regresar a estas narraciones donde la adolescente que nunca se ha ido del todo, reaparece con sus tontadas, a veces ingenuas, otras con aliento nuevo, me siento dos, compartida en dos mundos que son míos en ellos habito.