Cierra la libreria Universal de Miami.
Una verdadera joya editorial del exilio cubano,
la Librería
Universal y Juan Manuel Salvat,
presidente y propietario del negocio de libros,
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Hoy fue un día que no podré
hojear y pasar la página, además de ser el día de los padres, yo había leído
que la librería Universal cerraba y hacían liquidación de libros, allá nos
fuimos, estaba Salvat y su familia en la tarea , pensé tantas cosas, y lo que
más me llenó de pensares fue mi actitud frente a aquellos títulos, aquel
reguero de libros arrinconados por el pequeño espacio de la librería, siempre
fue que recogí algunos y según lo hacía iba descubriendo que ya yo también era
una lectora diferente, pensaba - éste está en la red, lo he visto- me dije con
pesar,-ya no perteneces a la cofradía de los lectores atados a la tinta y al
papel pensé en Armando de Armas y su dedicatoria al libro" La tabla"
que un día me regaló. Entonces fue que miré para el dueño,
iba a decirle algo, conversaba y me puse a escuchar - ¿Y ahora que hará la
familia? y muy tranquilo contestaba, todo está en orden, mis hijos están
encaminados y mi mujer le toca descansar, yo escribiré algo que publicaré en
Internet.
De pronto me sentí que
una nueva estaba pisándome los talones y yo allí era una especie de protagonista
resignada pero algo me dije: - Tranquila, tú marchas con el tiempo, no has
envejecido del todo, eres capaz de sumarte a los que ahora buscan nuevas forma-
y patética que soy, hasta pensé en la
imprenta cuando se imprimió el primer libro, dicen que fue La Biblia. En el
olor a tinta, en las ferias de libros y en eso vi una vieja revista Casa de las
Américas (1969) ésta no la había visto o no la recordaba y la recogí, era
algo del pasado cuando en Cuba las recolectaba, sí, lo hacía, vi la dirección y
los colocadores, ya muchos no están, como yo se fueron.
Siempre fue que me
llevé unos cuentos de varios autores, "Alicia en el país de las
maravillas", un libro sobre el arte en Cuba, de una autora desconocida
para mí y otros, salí con mis libritos, dejando atrás una era de la historia de
la humanidad. Llegué y los puse en mi pequeño librero y pensé tengo que
leerlos, no pueden quedarse sin mis ojos desvelados recorriendo sus palabras
impresas en el amigo libro donde tanto aprendí a soñar… Y ahí están mirándome y
esperando por mí.
-Vuelvo por ustedes pronto, no me he ido todavía – Les dije mientras me iba a la cama mirándolos con una sonrisa-
-Vuelvo por ustedes pronto, no me he ido todavía – Les dije mientras me iba a la cama mirándolos con una sonrisa-
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