Título: (No lo tengo)
Dedicado A: ( ya no existe )
Personajes:
Yo
Un Muerto
Un Extraterrestre.
Yo
Un Muerto
Un Extraterrestre.
Ambientación: El caos y las
naves conducidas por seres estrafalarios de otras galaxias.
Ni el ruido de las sirenas, ni el alboroto de la gente, ni los aullidos de los perros, ni las campanadas de las iglesias lograron sacarla de su ensimismamiento, ¿Qué hubieran llegado los extraterrestres? No la asustaba en lo absoluto, el susto iba con ella mientras conducía y sus pensamientos volaban rápidos, como era su costumbre estaba desafiando al miedo y era en lo que cabe feliz, esa rara felicidad cuando nos sentimos dueños de nuestros pensamientos y nos enfrentamos a los miedos y hablamos con nostros mismos. Iba oyendo las noticias pero no las escuchaba, dialogaba en voz alta...
Pensaba en el día que le pidió, “quitate la
ropa” y no se atrevió, se sabía bella y le hubiera gustado tanto compartir su
cuerpo y que él se regodeara en sus rincones pudorosos, nada, cosas de las que
uno se arrepiente toda la vida y que guarda en sus secretos entre lo prohibido
y lo deseado más allá del pecado.
La idea , siempre recurrente cada vez que lo veía
ahora se apretujaba como una serpiente cuando supo que había muerto, ya no estaba
entre los que caminan, conversan, ríen, mienten, halagan, acarician, te miran
con desorden y te desordenan, ahora había pasado a otra esfera de la realidad,
a otras dimensiones, a otro mundo de donde nadie ha regresado.
Un consuelo sí que tenía, sabía que mientras moría pensaba en ella, sintió
su presencia y hasta comento, “hace tiempo que no viene, hay que irlo a visitar”,
pero nadie se ocupó de hacerlo y ella siempre esperaba que otro lo dijera
primero, después supo que a esa hora agonizaba, nadie esperaba su muerte, mucho
menos él y tal vez como ella, pensaba en el día que el pidió que se quitara la
ropa y quedaron desnudos frente a frente para toda la vida, que ahora a él lo
abandonaba y llegaban los extraterrestres y ella pensaba en la hora de su
muerte y en que no pudo quitarse la ropa.
Se detuvo, algo se movía y
miró a su lado, un ser de otro mundo estaba junto a ella observándola
detenidamente, sentía que sus ropas se iban desvaneciendo hasta quedar desnuda,
palpó su cuerpo, sintió estaba a la merced de aquellos ojitos extraños que la
asechaban y a la vez la deseaban, camuflageado en azul, con un traje
intemporal, era lo más parecido a un extraterrestre…
Nota: Cualquier semejanza con
seres reales y situaciones parecidas son pura coincidencia, pura fantasía.
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