"Cuando los pájaros rojos me cierran los cerrojos ..."
Aquí en esta pagina , "Yo, la peor de todas", encontrarán el amor en todas sus facetas, no podría existir sin de alguna forma y a mi manera reflejarlo, a veces como una adolescente, otras como la mujer pasional que ama la vida y le gustan los placeres; otra como la amante fiel o infiel, que hay dos tipos de amantes, no es un secreto; otras con el amor desmedido a mis muertos, a los míos vivos, a los verdaderos amigos, porque hay muchos en la viña del señor, como decían las abuelas y el transcurrir del tiempo que vergonzoso corre tras mis pasos; el azul que a veces siento todo lo invade y pienso y hablo en azul, vaya usted a saber cuál es el secreto que no sabría explicar nunca pero, lo confieso hay días que amanezco azul como el mar o como el cielo, otras veces con los azules del arte y me viene a la mente Tatiana mi amiga pintora y miro el retrato que me regaló sin azules, entonces me vuelvo al otro y me sumerjo en él.
También la literatura esa vieja dama, por algo es mujer, seductora y picaresca que como un fantasma me acecha, me asusta, me asombra, me murmura al oído todos los secretos del universo y con cámara en mano me regala todos los escenarios posibles y no posibles, mi amiga que lo retrata todo y como buena fotógrafa que es, lo guarda para siempre porque detiene todo a su paso, inmortalizandolo. Me habla de las melancolías que no lastiman, solo humedecen los ojos, con cierta alegría, al menos para mí cuando la descubro acurrucada a mi lado y muy importante alguna poesía mía que de vez en cuando la dejo escabullirse como si se fugara de mi junto a los grandes poetas que por el mundo han sido y aquí en esta página trato de traerlos con sus versos , sus penas, sus alegrías, sus demonios, sus enanitos su genialidad; además no pueden faltar algunas lagrimitas, mal disimuladas, algunos pecados, porque eso si, soy algo patética y petulante, entonces me vuelvo insoportable y se fugan todas mis cursilerías y lo peor de esto es que las dejo salir, no piden permisos y por ahí deambulan, sueltas y sin vacunar(como decimos en la isla); muchos colores y palabras que no se las lleva el viento, aunque a veces sopla fuerte que tengo que empujarlo con las dos manos, porque él es mi amigo, igual que las flores y los duendes que me invento, aparecidos que vienen en momentos de crisis y de escondrijos cuando los pájaros rojos me cierran los cerrojos y viene el hada madrina de los cuentos de niños y me las abre…
Comienzo de nuevo y me rodean mis mariposas amarillas, no pueden ser de otro color, después que leí "Cien años de soledad" y el olor a azahar de mi pueblito, que ahora está aquí, nunca se ha ido de mí. Sé que los que lean estos garabatos de un yoísmo algo presumido, mal disimulado, las sentirán.
También la literatura esa vieja dama, por algo es mujer, seductora y picaresca que como un fantasma me acecha, me asusta, me asombra, me murmura al oído todos los secretos del universo y con cámara en mano me regala todos los escenarios posibles y no posibles, mi amiga que lo retrata todo y como buena fotógrafa que es, lo guarda para siempre porque detiene todo a su paso, inmortalizandolo. Me habla de las melancolías que no lastiman, solo humedecen los ojos, con cierta alegría, al menos para mí cuando la descubro acurrucada a mi lado y muy importante alguna poesía mía que de vez en cuando la dejo escabullirse como si se fugara de mi junto a los grandes poetas que por el mundo han sido y aquí en esta página trato de traerlos con sus versos , sus penas, sus alegrías, sus demonios, sus enanitos su genialidad; además no pueden faltar algunas lagrimitas, mal disimuladas, algunos pecados, porque eso si, soy algo patética y petulante, entonces me vuelvo insoportable y se fugan todas mis cursilerías y lo peor de esto es que las dejo salir, no piden permisos y por ahí deambulan, sueltas y sin vacunar(como decimos en la isla); muchos colores y palabras que no se las lleva el viento, aunque a veces sopla fuerte que tengo que empujarlo con las dos manos, porque él es mi amigo, igual que las flores y los duendes que me invento, aparecidos que vienen en momentos de crisis y de escondrijos cuando los pájaros rojos me cierran los cerrojos y viene el hada madrina de los cuentos de niños y me las abre…
Comienzo de nuevo y me rodean mis mariposas amarillas, no pueden ser de otro color, después que leí "Cien años de soledad" y el olor a azahar de mi pueblito, que ahora está aquí, nunca se ha ido de mí. Sé que los que lean estos garabatos de un yoísmo algo presumido, mal disimulado, las sentirán.
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