Comentando: Los buenos lectores y los virales- masoquistas..

Annie Froise.
Existen los lectores sagaces que en muchas ocasiones descubren a través de sus lecturas ideas que no fueron expresadas pero están latentes entre las líneas y los párrafos y te sorprenden, no siempre tiene que ser para el elogio que cuando se exagera soy de las que creo hacen más daño que bien, son necesarios a la hora de hacer un juicio acertado, por lo menos son respetables y creibles siempre que no caigan en la aduloneria que tanto mal puede causar a los que son presas faciles a las lisonjas que engatuzan y elevan el ego mas alla de lo que se puede considerar normal porque el ego hace falta, claro que si y es muy humano.

 Ah…  pero hay otros, no tan indispensables que son los virales-masoquistas, los verdaderos depredadores que creen ver sus narices en cada renglón, acaban con todo, porque siempre dan con las palabras exactas para el flechazo directo al corazón, nunca resultan enriquecedores para el escritor porque, amén de las criticas está el tono trágico y quejumbroso, el rol de víctima y desde luego, el otro es el culpable de todos los males que acechan a la humanidad porque generalmente ellos son la humanidad y su verdad absoluta e irrefutable y cuentan con sus coros que aplauden y enmudecen ante tanta sabicundia y conocimiento de todo lo que los rodea, no hay arreglo con ellos, siempre estas al lado del perdedor y debes estar a la defensiva o mandarlos para donde se mandan estos personajes pero es bueno aconsejarlos, aunque no te oigan consejos y se enfurezcan mas , no hay arreglo pero hoy los quise revivir en esta parrafada que será devorada seguramente en silencio y sin publicidad.

 Por lo regular presentan a su víctima, lo es en la realidad, aunque ellos y sus acólitos mantengan para siempre lo contrario, como la persona más indigna del planeta, con odio y con saña, que tratan de disimular con sonrisas y lealtades mas alla del altar pero eso si, siempre te leen, son los lectores más fieles que puede tener un escritor.  Estos depredadores de las palabras que siempre asumen el rol de protagonistas, me imagino los malos ratos que les habrán hecho pasar a Shakespeare, a Moliere, a Balzac, a Galdós, a Dostoievski cuando se sintieron retratados en sus obras, por suerte no abundan mucho, aunque si tienen seguidores, son esos entre bambalinas que no tienen la osadia de decir lo que sus apadrinados se atreven entre bombos y platillos.

 Un buen consejillo no les vendría nada mal. Deja esas lecturas que con tus saetas no modificarás el curso de la historia de la Humanidad, sé tú, realízate, concéntrate en tu mundo y deja que cada cual se exprese de la forma que más le cuadre si no existe la empatía no la fuerces, te ahorras el trabajo de enredarte en explicaciones magistrales para quedar bien con Dios y con el Diablo que en definitiva dañan tu ego, además qué te importa a ti el tamaño de los egos y de las sonrisas de los demás, deja a cada cual con sus vicios y virtudes mientras no se metan con las tuyas que en la mayoría de los casos tu víctima ni las conocen porque no eres ni su héroe, ni su amigo, ni su enemigo. 

Y cada cual con lo que Dios, o quien sea, le dio o no le dio, que para gustos se hicieron los colores y para escoger las flores.

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