❥ Viento negro, luna blanca. Noche de Todos los Santos¨Juan Ramón Jimenez..




Viento negro, luna blanca .Jardines lejanos, 1904.

Este poema presenta una atmósfera especialmente romántica. Nos muestra la desesperanza del autor en el día de Todos los Santos. Nuevamente, el paisaje se convierte en un símbolo del estado de ánimo de Juan Ramón.

Viento negro, luna blanca.
Noche de Todos los Santos.
Frío. Las campanas todas
de la tierra están doblando.
   El cielo, duro. Y su fondo
da un azul iluminado
de abajo, al romanticismo
de los secos campanarios.
   Faroles, flores, coronas
– ¡campanas que están doblando! –
...Viento largo, luna grande,
noche de Todos los Santos.
...Yo voy muerto, por la luz
agria de las calles; llamo
con todo el cuerpo a la vida;
quiero que me quieran; hablo
a todos los que me han hecho
mudo, y hablo sollozando,
roja de amor esta sangre
desdeñosa de mis labios.
   ¡Y quiero ser otro, y quiero
tener corazón, y brazos
infinitos, y sonrisas
inmensas, para los llantos
aquellos que dieron lágrimas
por mi culpa!
 ...Pero, ¿acaso puede hablar
 de sus rosales
un corazón sepulcrado?
 – ¡Corazón, estás bien muerto!
¡Mañana es tu aniversario! –
   Sentimentalismo, frío.
La ciudad está doblando.
Luna blanca, viento negro.
Noche de Todos los Santos.


Uso de un lenguaje sencillo y romántico. Aparecen unidos en este poema el paisaje y el sentimiento, igual que en muchos poemas machadianos.



Entre el velo de la lluvia
(Arias tristes, 1903)

Entre el velo de la Lluvia
que pone gris el paisaje,
pasan las vacas, volviendo
de la dulzura del valle.
Las tristes esquilas sueñan
alejadas, y la tarde
va cayendo tristemente
sin estrellas ni cantares.
La campiña se ha quedado
fría y sola con sus árboles;
por las perdidas veredas
hoy no volverá ya nadie.
Voy a cerrar mi ventana
porque si pierdo en el valle
mi corazón, quizás quiera
morirse con el paisaje.


Este poema nos presenta la búsqueda de lo misterioso, que puede interpretarse como la búsqueda de un ideal que no se consigue alcanzar y que produce melancolía y frustración. Contenido, como vemos, bien romántico.



¿Quién pasará mientras duermo,
por mi jardín ? A mi alma
llegan en rayos de luna
voces henchidas de lágrimas.
Muchas noches he mirado
desde el balcón, y las ramas
se han movido y por la fuente
he visto quimeras blancas.
Y he bajado silencioso...
y por las finas acacias
he oído una risa, un nombre
lleno de amor y nostalgia.
Y después, calma, silencio,
estrellas, brisa, fragancias...
la luna pálida y triste
dejando luz en el agua...

En este poema J. Ramón trata el misterio de la identidad unido al paso del tiempo, temas recurrentes en la obra del autor

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