Martí en mi recuerdo para un 19 de mayo de 1895 .



 La siguiente es la última carta desde Cabo Haitiano antes de llegar a la patria que Jose Martí escribe a María Mantilla 1880-1962 es de una belleza indescriptible y constituye un documentos antes del fatídico 19 de mayo de 1895 cuando cae en combate en Dos Rios, provincia de Oriente, Cuba.

La para mi ha sido una lectura permanente por su espontaneidad, por su frescura y por su belleza expresiva que cuando a ella me refiero no dejo de recomendarla aunque se  ya se haya leído en otras ocasiones porque es una de esas joyas raras de las cartas escritas por poetas. carta íntima , escrita con el inmenso amor que profesaba a esta niña que para muchos es su hija, no creo manchar el nombre de Martí, ni el de Carmen Miyares, la madre, su historia es de amor donde las circunstancias la propiciaron pero no es el tema que me trae aunque me resulte tan atractivo.


[Cabo Haitiano, marzo de 1895]

Mi María:

¿Y cómo me doblo yo, y me encojo bien, y voy dentro de esta carta, a darte un abrazo? ¿Y cómo te digo esta manera de pensarte, de todos los momentos, muy fina y penosa, que me despierta y que me acuesta, y cada vez te ve con más ternura y luz? No habrá quien más te quiera; y sólo debes querer más que a mí a quien te quiera más que yo.

¿A que de París, de ese París que veremos un día juntos, cuando los hombres me hayan maltratado, y yo te lleve a ver mundo antes de que entres en los peligros de él,-a que de París vas a recibir un gran recuerdo mío, por mano de un amigo generoso de Cabo Haitiano, del padre de Rosa Dellundé? Yo voy sembrándote, por donde quiera que voy, para que te sea amiga la vida. Tú, cada vez que veas la noche oscura, o el sol nublado, piensa en mí.

En mi nombre visita a Benjamincito, y a Aurora, y a Mercedes, a quien escribiré antes de salir de aquí, y ve con ella a llevarle flores a mi pobrecita Patria. Que tu madre sienta todos los días el calor de tus brazos. Que no hagas nunca nada que me dé tristeza, o yo no quisiera que tú hicieses. Que te respeten todos, por decorosa y estudiosa. Que entiendas cuánto, cuánto te quiere
Tu

Martí

Y ¿esa oreja de mi leal Ernesto? Le mando un beso, allí donde se le heló, tú se lo das.-

Final de la carta.

María Mantilla y Miyares nace el 28 de noviembre de 1880 en Brooklyn, Nueva York

Martí fue ·"un misterio" como dijo Lezama en una entrevista que le hicieron y hablo del patriota, del poeta, del hombre que murio en Dos Ríos y seguirá siéndolo porque hemos creado el mito y no pretendo desmitificarlo, no, solo he querido mirarlo a través de su humanidad en sus últimos testimonios escritos, no en los miles de bustos que nos regaron por toda la isla que en cada uno de esos rincones lo desmitifica más, ni llamarlo constantemente apóstol una palabra con mucha connotación bíblica y Martí no tuvo mucho tiempo para Dios, no fue ateo pero tampoco un devoto ferviente.
Fue un gran creador, renovó la forma de decir junto a Rubén Darío, un gran luchador y un hombre de carne y hueso que amó intensamente la vida y sus placeres y a la tierra que lo vio nacer.

Asomarnos a esta deliciosa carta en una ocasión como ésta se convierte en un privilegio para los amantes de los grandes escritores como lo fue nuestro Jose Martí.





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