Imagina:
Imagina:
un gran escenario del gran teatro del mundo.
Imagina:
que eres una asombrada espectadora escondida entre bambalinas
sin tiempo, sin nacionalidad, sin partido, sin creencias,
ni tatuajes, ni viajes al espacio, ni islas, ni ogros, ni magos.
Imagina:
que que no esperas a nadie, que nunca fuiste a Disneylandia.
Imagina:
que no existes y estás en un vientre de tu madre
que no sabes su nombre, ni su país, ni su ADN...
Imagínate que aún no eres y vives entre bambalinas.
en el vientre de tu madre.
Imagina:
Imagina:
Soñaba, veía la tele, oía un discurso... ¿Donde estoy?
¿Se salvó el niño de manos del gorila?
¿Mataron a Maduro o mejor al otro...? ¿A todos...?
"Ha nacido una nueva política.
Doy por cancelado el acuerdo de Obama.
No apoyaremos al monopolio militar que oprime a los cubanos".
¿Cómo quieres despertar al Rey -arguyó Tarari- si no eres más que parte de su sueño? De sobra sabes que no eres real.
-¡Soy real! -decía la pobre Alicia, derramando abundantes lágrimas.
-¡No serás real por mucho que llores! -le dijo Tararí- Y no hay razón alguna para llorar.
-Si no fuera real -decía Alicia, que no sabía si reír o llorar, tan ridícula le parecía aquella conversación- no podría llorar.
-Pero ¿Es que acaso piensas -le dijo Tarari con gran sarcasmo- que esas lágrimas tuyas son reales?
Fragmento de Alicia a través del espejo, la segunda parte de Alicia en el país de las maravillas.
...¡Y tú no eres más que un sueño!"
ResponderEliminar- La violencia con que me niegas me asegura que a pesar de todo crees en mí - dijo alegremente el gentleman.
- En absoluto; no creo ni una centésima...
- Pero sí una milésima. Las dosis homeopáticas son quizá las más fuertes. Confiesa que crees en mí, por lo menos una diezmilésima...
(Fiodor Dostoyevsky, "Los hermanos Karamazov"