Algo de buen cine: Psicosis de Alfred Hitchcock, 1960.


De Georgina Miguez Lima: Algo de buen cine: Psicosis de Alfred Hitchcock, 1960.

A mi la figura de Alfred Hitchcock, más bien su persona y siempre me cayó mal, muy pesada, incluso cuando aparecía en una escena de sus películas, pero creo que no deje de ver ninguna de las que pasaron en Cuba y esta en particular fue la que mas disfrute y más se ha quedado en mi memoria fílmica de hace algunos años. Esta escena, confieso me marcó, yo que soy una asustadiza crónica, aberrante y enfermiza, he estado muchos años sin meterme a la ducha cuando estoy sola en casa, es una fobia películera que me ha seguido en todas mis mudadas, son bobadas para la mayoría y en casa se que a algunos he contagiado pero al leer un artículo en estos días que a muchos nos ha pasado, me trajeron a la mente mis duchas inconclusas, alamarinas con ventana al mar.
Sin embargo se las aconsejo si no la ha visto, vale la pena buscarla, aunque creo que no deben existir muchas personas que aunque sea una vez en la vida no la hayan hecho, verla de nuevo o verla por primera vez vale la pena, les sugiero que lo hagan y como a mi les surjan cuestionamientos acerca del tema y sus protagonistas, la locura, el asesinato, la conducta maníaca del protagonista que llegas a respetarlo, a temerle e impactarte con su rostro, piensas será capaz de todo y que decir de la imagen de la madre en aquel silloncito, te hará dar un grito si te coge desprevenido como a mi en el cine. Y te preguntas ¿Existiránn seres así? Pues sí, parece que existen, matan, sufren, se salen del mundo y se crean otro, ¿Alcanzarán la felicidad cuando logran llevar a cabo sus propósitos ?


Desde luego la actuación de Anthony Perkins fue de gran impacto, salva todas las situaciones para comunicarte del peligro y de lo inminente que algo va suceder de un momento a otro,  el misterio ronda en cada esquina, se respira con solo mirarlo a los ojos y yo que siempre les he tenido miedo a los locos, aunque, lo confieso hay veces me resultan fascinantes y hasta los miro tratando de adivinar sus oscuros pensamientos y me pregunto que si en su mundo de alucinaciones delirantes, existirán los colores , si no han visto al mar... oído música, que tiene por cierto tiene un protagonismo sorprendente que no pasa por alto,  impecables melodías del músico estadounidense Bernard Herrmann.

Si, algo que debemos no perder de vista, la película es delos años 60 y nos van a chocar, vamos a decirlo así, las tecnologías del cine de hoy, toda la puesta en escena, la rapidez con que transcurren los hechos, los efectos especiales, tal vez he pensado que la momia de la madre no me causo estados anímicos como lo haría una momia digital, más convincente para su papel de muerta, aunque no me hagan mucho esto porque para mi la muerte siempre llega como algo del más allá, misterioso y pavoroso, sólo por el hecho de estar muerta... Nada que la cogí con la momia que si no fuera por el dichoso silloncito, que se me parecía mucho a uno que había en casa de mi tia Pino cuando vivía en Jagüey, la hubiera pasado por alto, desde luego no tan al punto que lo digo porque si te sorprendes cuando oyes las voces y luego descubre que el habla con ella, poniendo las dos voces, es aterrador y de un realismo o surrealismo que suena fuerte.

 Nada, que aunque el director me ha resultado siempre un poco payaso, es genial y logra lo que se propone en sus proyectos, exigente y enamorado , dicen que les gustaban las rubias como Kim Novak, Janet Leigh, Grace Kelly, que si lo cogen estos tiempos de arrebatos sexuales, no sabemos cuál hubiera sido su final...Cosas que se me ocurren porque me parece que han exagerado en esto del acoso sexual de hace 50 años atrás, pero este pillo, me parece  no se les hubiera escapado.


Música de Bernard Herrmann y la orquesta Filarmonica.


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