Y no quiso subirse al tren

No quiso subirse al tren
terminaría en la calle Real,
y era lo menos que quería

 Allí, en aquel mismo lugar
apareció aquella vez
con los brazos extendidos,
y una sonrisa interminable
sus ruidos, sus ojos aviesos
que no la miraban,
 la veían, le escudriñaban un
 alma que sentía no era la de ella.

No, seria lo ultimo que haría,
no, no sucedería...
No mas... se repitió
como si hablara con Dios.

 Y  vio y sintió
por primera vez la burla,
se sintió pequeña, sola
Ni los arrullos de su madre,
ni los cantos lejanos de la aldea,
 lograron darle seguridad,
nadie podría ayudarla,
  estaba sola y salieron palabras
y muy pocas veces
había sentido esa
sensación de desamparo,
de abandono total
y quiso huir, huir , huir
como cuando corría
cuando Chicho, el loco, la acorraba ,
en  aquel cuartucho...
donde guardaban el carbón
y su padre siempre la rescataba

Nunca estuvo en deuda,
solo con ella
No quería saber de lunas
ni de cerrojos, ni de versos,
ni de lazos, pinta labios, helados.
Traerían su recuerdo
pintado de abril,
de monstruo urbano,
de aullidos groseros
y sus poemas llenos de nostalgias
y de mentiras.

Y no quiso subir al tren,
donde uno fue feliz
 o desgraciada.
no hay que regresar...
Nunca.

Jose Marti-muerte-carlos-enriquez.

Los bullicios de los lirios
se mezclaron con los lienzos azules y
la sangre de Marti derramada...
de Carlos Enriquez,
Las voces se arrinconaron
No podía detener al viento
 ni el llanto de las culebras,
 o el ronronear de Maga, la gata gris,

Miro a todos lados
solo vio voces, muecas y silencios
se cerraban las ventanas,
las puertas siempre estuvieron abiertas.
Cerradas para ella...
 de la noche
que nunca existió,
lo supo cuando el viento se llevaba
la sabana que la cubría
y la dejaba desnuda frente al altar,
donde faltaban todos los santos.