Invitación irresistible con Lezama Lima.


Invitación con Lezama Lima a un desayuno, si lo quiere en la hierba, bien pueda pero en una mesita redonda del fondo de la cocina es algo irresistible, al menos para mi y si hace una gira rapidita por las páginas del gran escritor, disfrutando de un desayuno con mis clásicas tostadas y un vaso de jugo, rojo, verde o amarillo y la generosa taza de café con leche, estoy ready como dicen aquí.

Si me dejo llevar, no pongo el fragmento del poeta y es lo mejor de todo lo que se ha ido ocurriendo mientras pruebo el primer sorbo y saca a Maga que husmea por la mesa, que yo no soy Hemingway... Concho.

"...La contemplación del café con leche mañanero produce una voluptuosidad dividida, que se convierte en poca cosa cuando los garzones van penetrando en las academias. Un sabor espeso va penetrando por cada uno de los poros que se resisten, una paloma muere al chocar con la columna de humo de un cigarro, las aguas algosas van alzando el cadáver de un marinero ciego que deja caer pesadamente las manos, ostentando en las narices tatuadas el esfuerzo por querer sobrevivir en aquellas aguas espesadas por las salivas y por los papeles mojados..."
Fragmento de "Fugados " por José Lezama Lima.

La sensualidad  sigilosa resulta fácil de advertir en Paradiso y en muchas de las narraciones y en la poesías del gran escritor José Lezama Lima, un paseito y a disfrutar con el goloso refinado de este desayuno, donde el silencio se vuelve cómplice de un estado de ánimo muy especial como si nos sumergimos en la lectura de un mar en calma en esa tacita seductora de café con leche cubano, en una mañana lluviosa  de La Habana.

Y ya está lista para lo que venga.porque si se trata de Cuba, hay que salir a resolver temprano y a jinetear un poco por le barrio, que algo se le debe pegar, seguro que dos o tres tazas de café acabadito de hacer se las va a tomar porque a la última casi a la tremenda..pero ninguna sabe ni lleva el aroma que se riega por toda la casa que aprendiste de Lezama, como en mi rinconcito de la cocina, regodeándome del néctar único de mi primer café en una mañana habanera, porque esta es la taza dela Habana, si lo toma en Santiago de Cuba, le sabrá a otra cosa y así en cada lugar que este, porque en los campos el café lleva otro carisma y el de la ciudad un sello que lo embruja a uno, nunca más lo he sentido como el que tomaba debajo de mi mata de aguacate.

Os invito, siganme...




Comentarios

  1. como siempre fascinante cuando hablas de Lezama porque nos ofreces una imagen de carne y hueso con el morbo añadido por el poeta. Gracias,

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