Armando de Armas La mujer y la superstición de la modernidad.
La mujer y la superstición de la modernidad.
Cofieso que tu articulo me ha enganchado, como tantos que he leído porque tengo la mania de hacerlo, éste me ha hecho detenerme, hablas de nosotras, las mujeres, cuantas veces pensé allá en la isla, algo en que haces énfasis, la liberación de la mujer para hacernos iguales a los hombres, las comparaciones nunca han sido buenas, ya lo dijo, quien lo dijo, tal parecía que conducir un tractor era un acto sublime de liberación.
Como mujer envuelta en este encrucijado mundo, acepto que soy víctima y que nunca me he sentido una mujer liberada de una sociedad que me respete, que reconozca que soy diferente dentro de la raza humana y que el hombre tiene sus atributos que le atañen por nacer varón.
De la llamada Modernidad como ejemplificas seguimos atadas a los moldes a las que nos han ceñido desde que existimos, nos llamaron Eva para echarnos la culpa de todo, ni las Santas Escrituras nos hicieron justicia.
Citas muy elocuentes de la nueva esclavitud de las féminas son muy ciertas en los tiempos que vivimos , llamados, la Modernidad que nos quiere perfectas y en una guerra contra la evolución queremos mantenernos jóvenes para toda la vida al lado del varón, que se puede dar el gusto de envejecer, mientras sus bolsillos estén a tono con los tiempos y pueda satisfacernos, banalidades y perfumes caros, Armando, que tantas veces he leído tus agudezas con una sonrisa reflexiva y alguna tristona, en esta ocasion tambien lo hago y me pregunto ¿Si todas las mujeres se sentirían aludidas y entenderán que la Fuente de la Eterna Juventud, todavía nadie ha dado con ella, no existe, querido amigo, Armando de Armas? Un saludo.
http://neoclubpress.com/la-mujer-y-la-supersticion-de-la-modernidad-1240047.html?fbclid=IwAR2g8GR_JDY8zenHwk25s4sHvuB3UnmZ7dk9-4T-Phaw7hUPGAxH9S1pU8k
Cofieso que tu articulo me ha enganchado, como tantos que he leído porque tengo la mania de hacerlo, éste me ha hecho detenerme, hablas de nosotras, las mujeres, cuantas veces pensé allá en la isla, algo en que haces énfasis, la liberación de la mujer para hacernos iguales a los hombres, las comparaciones nunca han sido buenas, ya lo dijo, quien lo dijo, tal parecía que conducir un tractor era un acto sublime de liberación.
Como mujer envuelta en este encrucijado mundo, acepto que soy víctima y que nunca me he sentido una mujer liberada de una sociedad que me respete, que reconozca que soy diferente dentro de la raza humana y que el hombre tiene sus atributos que le atañen por nacer varón.
De la llamada Modernidad como ejemplificas seguimos atadas a los moldes a las que nos han ceñido desde que existimos, nos llamaron Eva para echarnos la culpa de todo, ni las Santas Escrituras nos hicieron justicia.
Citas muy elocuentes de la nueva esclavitud de las féminas son muy ciertas en los tiempos que vivimos , llamados, la Modernidad que nos quiere perfectas y en una guerra contra la evolución queremos mantenernos jóvenes para toda la vida al lado del varón, que se puede dar el gusto de envejecer, mientras sus bolsillos estén a tono con los tiempos y pueda satisfacernos, banalidades y perfumes caros, Armando, que tantas veces he leído tus agudezas con una sonrisa reflexiva y alguna tristona, en esta ocasion tambien lo hago y me pregunto ¿Si todas las mujeres se sentirían aludidas y entenderán que la Fuente de la Eterna Juventud, todavía nadie ha dado con ella, no existe, querido amigo, Armando de Armas? Un saludo.
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