Crónica de un mal paso...

 


En días como estos en que la vida nos juega una mala pasada, los pensamientos se atropellan y empiezas a entender que hay que aflojar la marcha por estos rumbos y comenzar a cerrar el abanico y que la vida en este terruño es tan impredecible como incógnita para los que aquí estamos y que un día nos iremos de ella, y nos ronronean al oído mensajes en un  lenguaje mágico que sólo tu puedes descifrar, aunque sigas pensando, en secreto, "algún duende travieso me dio tremendo empujón en un pasillo de Publix y cerca de la caja, a unos pasos de salida del supermercado, como resultados, el hombro izquierdo fracturado en dos lugares y moretones y golpes por el resto de mi maltrecha humanidad, el rescue, los paramédicos, verdaderos ángeles, me llevaron al Hospital Kendall y el resto es igual al de  todos los que se rompen huesos... Mi familia, médicos, enfermeras y yo, que nunca he sido centro de nada, ese día 13 de agosto de 2021, lo fui...

Fue un 13 de agosto, por cierto viernes y cumple del hombre que mas daño ha causado a mi país, el nombre no quiero escribirlo, ése... ése mismo que la historia recordará como el tirano que gobernó en Cuba en tiempos de la Guerra Fría.

Todavía sigo pensando que alguien me empujó o que el empujón, tal vez no fuera para mí, y me les atravesé  y caí al suelo liso y frío del Publix  y estaba en el lugar equivocado, lo que no tiene vuelta atrás por mucho que Einstein y otros genios digan que el tiempo puede contraerse y los más osados que no existe, creo que sí existe y fueron suficientes unos segundos para que sintiera o que me iba o que algo cambiaria en mi para siempre.

Estoy todavía convaleciente y cuento los días para regresar a casa y la mejoría me resulta lenta. Siento que no volveré a ser la misma ni yo , ni mi hombro, pero si feliz de haber escapado, hasta ahora no sé a quién ni a qué. No quiero echarle la culpa a ningún Dios, santo, diablo, Papa, arcángeles, ni meterme con San Pedro, ni con extraterrestres ni con talibanes, que Joe Biden, Presidente de los EE.UU, ha puesto en las primeras planas de las redes y de todos los diarios del mundo con su política desatinada y suicida, al abandonar a sus soldados y a sus aliados y entregárselos a los talibanes, fanáticos y suicidas con un odio visceral al Mundo Occidental.

 No quiero entrar en trance o en una catarsis aprendida de mis lecturas de literatura y representaciones teatrales. De pronto tenia un ojo sellado y morado por un duro golpe, lo que me impidió ver, pero con el otro bien abierto, vi la compasión en muchos rostros y lagrimas en los ojos de los míos. Pensé, en la muerte... "Debo haberme muerto  y no sé si grite: "no me quiero morir", o si alguien me oyó, o tal vez, me oyó quien no tenia que oírme y pensé en DIOS ¿Cuál? No tenía tiempo para escoger y pensé en el mío, en el que me invento cada vez que estoy en apuros... y , créanme, me respondió... y lo vi...

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