YAMILA, LA CAMA VACÍA” NOVELA CORTA BASADA EN LA GUERRA DE ANGOLA. Autora: Georgina Miguez. Nació en Jaguey Grande, provincia de Matanzas, de pequena su famila se trasladó a La Habana, donde transcurrió su infancia y parte de su vida, hasta el 2006 que re radica en Miami, Estados Unidos de America. Estudió la ensenyanza media en el Preuniversitario de La Habana, Cursó estudios de Filologia en la Universidad de La Habana,y Lengua y lietratura en el Instito Superior Pedagodico Enrique Jose Varona. A MANERA DE PRÓLOGO. He tratado de llevar en un pedazo de nuestra historia más reciente, la Guerra de Angola y la repercusión que tuvo en todos los que la sufrieron desde Cuba, me propuse hacerlo desde los corazones rotos que se habían quedado en la isla, no pisar el campo de batalla, excepto en este capítulo que voy en busca de uno de mis protagonistas que está en el improvisado hospital de Cuito Cuanavare, muriendo y simultáneamente narro y a veces represento los acontecimientos desde lo que ocurre en las dos partes del mundo. Sin un discurso inflamado, he denunciado la guerra absurda y sobre todo la participación cubana. Y como el escenario es La Habana de los 80, muchos aspectos de la vida cubana contada desde su protagonista, Yamila, que nos lleva de la mano y presenciamos los hechos de la embajada del Perú, los actos de repudio y nos acerca a todas las miserias y vicisitudes del pueblo cubano de aquellos acontecimientos históricos. Ahí está la denuncia. Una forma maravillosa para acercarnos a la historia de los pueblos es a través de la literatura, verdaderos tesoros, el mejor tratado para conocer una parte del siglo XIX cubano está en Cecilia Valdés; en España con Galdós para rememorar los acontecimientos de la vida española , la invasión napoleónica; en Estados Unidos , una fuente para calar en el racismo y la decadencia de la sociedad lo encontramos en muchas novelas de William Faulkner y así sería interminable y no tienes que ser ni protagonista , ni testigo, el artista recoge la realidad y nos la regala y entramos en un mundo desconocido a través de imágenes artísticas el escritor va desentrañando la realidad, a veces cruda, a veces poética que llega a todos de manera sublimar. Mi novelita tiene algunas pretensiones, pero solo recoge un pequeño pedacito de aquella realidad que nos golpeó y marcó a los cubanos Voy a un pasado inmediato, a mí me resulta difícil entrar en el presente, creo que el pasado nos llega más enriquecido porque el paso del tiempo va dejando de ser noticia y de pronto se nos hace historia y hay mucha tela por donde cortar. Toda una sociedad en crisis, envuelta en una guerra que no nos tocaba, no nos decía nada y sus consecuencias en todos los estratos de la vida, de los cubanos, la guerra y los que se quedaron en la isla, los que fueron a Angola, dejando muertes, incapacitados, secuelas de enfermedades raras, Yamila es un personaje de ficción, no soy yo, aunque no pueda escaparme de muchos momentos y esté ahí, no sé si actuando o de verdad, ella es una imagen artística, un personaje que vino en mi busca. Como no es un personaje del realismo socialista no es una heroína, ni tampoco una anti-heroína, es sencillamente una mujer de su época, no perfecta, tiene virtudes y defectos que la humanizan y la hacen aparecer real, sin añadiduras artificiales para hacerla más agradable o menos agradable, ella está ahí, educando a sus hijos, tratando de defender a soldado, pero el amor toca su puerta y como hacen los seres humanos, la abrimos. Se equivoca muchas veces y otras vence a las adversidades y sale triunfadora, es joven y el tiempo no se detiene, imperturbable camina, canina por las esferas del mundo. La novela transcurre entre los años 70 al 80, en plena guerra fría, cuando todavía muchos no escuchaban y los habitantes de la isla eran actores de su realidad, no se puede mover el tiempo y muchas veces el escenario de nuestras representaciones al antojo, por eso no es una Dama de blanco, eso llegará después pero su momento en el escenario de los hechos es este y aparece como representación de esos momentos que marcaron al pueblo cubano, víctima de los caprichos y el deseo de un hombre para convertirse en un héroe de guerras más allá de nuestras costas y ganar los galardones con las sangre de nuestro hermanos Veremos a Yamila y a la sociedad cubana desde el prisma de esta novelista atrevida que quiere volver a los hechos que nos marcaron y dejaron huellas en la vida de los cubanos y en su historia, ella dirá la última palabra y ahí, si el arte juega un papel destacado, muchas veces los mejores acontecimientos están en estos manuscritos que salen del subconsciente del escritor porque al recrearlos esta su aliento y eso cuenta para humanizar y darle vida a los hechos. Como siempre no pude dejar fuera el amor, la inocencia de los niños, las carencias de mis personajes, la frustración y el miedo y buscar la felicidad a toda costa ya sea en los atardeceres donde los amantes se esconden en sus cuevas para el disfrute del placer o los niños jugando a los escondidos y haciendo preguntas a la que los padres no encontraban respuestas por la doble moral y el miedo. En fin, la vida que no se detiene y como fantasmas protagonistas pasamos, pero hay que seguir, descubriendo día a día que estamos frente a una Revolución esquizoide y nos vimos cara a cara con la triste realidad Capítulo I--“El encuentro” Muy agil la escritura, se bebe. Algunas gotas se escurren? Estoy seguro terminaran por venir al sorbo y en el aliento sugestivo del todo, que destaca, quizas estas burbujillas menos evidentes diran mas. El ambiente, el resuello entrecortado por el peso de su plomo, el silbido de comentarios que pasan, llenan el aire...Habana, sin duda reencarnada, sufrida, vivida...en fin, nosotros. Aramando Araya. YAMILA--Ah, disculpa, es que ando apurada, no te vi, figúrate me empujaron, yo te limpio la bata…A ver, ¿A ver…limpiecita…ya…pero eres mudo? ¿No dices nada? ¿Ni las gracias? bueno…será otro día…disculpas... No le veía el rostro mientras le hablaba y limpiaba con mi pañuelo su camisa, de haberlo podido observar descubriría que no había dejado de sonreír mientras daba mis nerviosas excusas y trataba de limpiar su manchada bata de galeno. De pronto sentí que alguien hablaba detrás de mi espalda…jajá…debe ser el tonto ese ¿que se habrá creído? y miré para otro lado. Insistía, la cantidad de personas y la algarabía de la guagua no me dejaba escuchar bien lo que quería decirme, me envalentoné, seguro ahora le toca disculparse a él y me volví entre coqueta y contrariada. Entonces lo vi, supe que era él, eran las 7.23 am del miércoles 31 de marzo, me miro y oí por primera vez su voz, no había reparado ni en sus ojos ni en su boca, seria después, muy a mi pesar…. ALEX --Mira, llevas el pullover puesto al revés. Respiré profundo, no, no, no podía ser que estuviera diciendo lo que acababa de oír, no... Pero siguió. ALEX--Parece que se te cayó un arete. Quería morirme de la rabia, pero lo miré más coqueta que rabiosa. YAMILA--Ah, sí, se me olvidó con el apuro y los niños, aquí lo traigo ¿me ayudas a ponérmelo? Le dije para obligarlo a alguna escusa… ALEX--Mejor te lo pones tú, aquí no se puede dar un paso. Energúmeno, pretencioso, vanidoso, estúpido……dije para mis adentros, regalándole mi mejor sonrisa. … Lo vi cuando se bajaba, bah…tanta importancia…ni alto es, y los ojos, ¿de qué color los tendrá? Pero a la bata no se le había caído el crayón de labios… Sonreí con malicia...lo que le espera... YAMILA--Señores, déjenme salir, me quedo… me voy a bajar-- Alguien debió contestar…camarón que se duerme se lo lleva la corriente--- dos paradas, Dios mío, llegaría tarde y por culpa de ese engreído, por suerte no tenía por qué encontrármelo más en mi camino. Crucé la calle y cogí otra guagua. Hacia el mismo recorrido de siempre por las estrechas calles de la Habana Vieja hasta el Pre-José Martí, allí estaban mis alumnos esperando regados por los pasillos deseando que no llegara... Salí más tarde que nunca, tendría que pasar por casa de la China a ver si le quedaba arroz y me vendía unas libras, no tenía nada que llevar a la mesa para mí y mis hijos, por suerte, le quedaba y me vendió 10 libras, me fui tan feliz y pasé por la escuela a recoger a los niños. -YAMI--Mami, cómo te demoraste-decía Yamila. YAMILA-- ¿Y tu hermano? niña te estoy hablando ¿dónde está? Ah, se fue con Pavel a su casa a ver las palomas… Ay, Dios mío ¿cuándo vendrá el padre de ustedes de Angola? ………………………………………………………………………………………………….. Capítulo II “El reencuentro” Me levanté a la misma hora de siempre, la mañana convidaba para quedarse en casa, nublada y un ligero aire frío acompañado por unos rayitos tibios de sol se asomaban, tenía que despertar a los niños... YAMILA--Andando, andando se quita el frío, y llegue a la parada como siempre atolondrada. -El último, el ultimo, nadie contesta ¿No hay ultimó? - De pronto una voz algo desconocida pero no del todo. ALEX--Aquí, aquí… No, no, no podía ser, él otra vez atravesado en mi camino, era mucho., demasiado, pero era él… -YAMILA- ¿Usted, no escuchaba mis gritos? ALEX--Perdona, estaba entretenido, no me di cuenta…ah, pero hoy trae el pullover bien puesto y los dos aretes., que bien… -YAMILA--Si, así es porque es el mismo pullover y al quitármelo se volvió al revés y me salió derecho, mañana, si no lo cambio estará al revés. Entonces fue cuando me fije en su sonrisa, en la blancura de sus dientes perfectos y el color café de sus ojos. Me le quede mirando fijamente hasta que termino dándose cuenta de mi insistencia al mirarlo. AlEX--- ¿Te sucede algo? ¿Te puedo ayudar? -YAMILA--No, nada que se me olvidaba una cosa, pero ya es tarde, nada…y lo mire de reojo, hoy lo veía guapo, hasta más alto y diría que simpático. ALEX--Muy interesante la teoría del pullover, un día al derecho y otro al revés Se reía y se transformaba de tal manera ante mis ojos que hasta me olvidaba pasar a los niños la calle para su escuela. JAVI---Mami, mami…apúrate que vamos a llegar tarde… YAMILA---Si, sí, me guarda el turno en la cola, ahora vuelvo… Tuve que correr para no perder la guagua, por suerte él estaba allí y casi me tiene que cargar para poder entrar. YAMILA--Gracias, si no es por usted llego tarde otra vez al trabajo. -ALEX--Por qué usted hoy y no ayer, ayer me tuteabas… No sabía que responderle… -YAMILA--Esss que ayer casi no me había fijado en usted, Sentí su risa, casi una carcajada, lo confieso me encantan los hombres cuando ríen y lo miré a mi antojo. -ALEX--Ya que te fijaste bien y ahora ¿Me ves más viejo? ¿Por ahí viene eso de usted? Ahora la que me reía era yo… Pensé en vengarme de lo que me hizo el primer día, lo confieso no pude, lo sentí atado a mi destino, había llegado para quedarse, muy a mi pesar ……………………………………………………………………………………. Capítulo III “La princesa” YAMILA-Vamos ¿Quién me da el beso primero? Y los dos corrían a mis brazos, yo lanzaba el veredicto. YAMILA--¡Empatados! Entonces salían corriendo tras de mí como dos angelitos traviesos. YAMILA---Pues, bañarse, tareas, TV y a dormir que mamita tiene que preparar clases... Yami siempre protestaba--Es muy aburrido. YAMILA--Nada de aburrido, hazle un favor a mami, ve y pregúntale a Juliana si me puede prestar cuatro huevos para una tortilla que cuando vengan yo se los pago... YAMI--No, yo no voy, me da pena que vaya Javier, siempre me toca a mí. Y saltaba el otro por allá. -JAVI--Para eso eres niña. YAMILA- Pero niño y esas ideas machistas ¿Quién te las metió en la cabezota? JAVI---Nadie, pero yo nunca he visto a mi papa salir a pedir nada a los vecinos, siempre vas tú. No tuve respuesta y me hice la tonta. -YAMILA--Nada, nada, está bien, que voy a ir yo y se acabó. Me di cuenta después que no educaba a mis hijos de la mejor manera y que tal vez él fuera el día de mañana desconsiderado con su pareja, no lo pensé en esos momentos porque lo mío era resolver la comida, vivía atropelladamente en el presente... YAMILA--¿Yami, terminaste la tarea? YAMI--Me falta la de Matemáticas… YAMILA--¡Dios mío! ¿Cuándo vendrá ese hombre? JAVI---Mami, ¿qué hombre, el de la guagua? YAMILA---¿Qué dices, Javier? ¿De quién hablas? JAVI--¿El de la guagua, al que le manchaste la bata de creyón? YAMILA--- Mira muchachito, no repitas más eso nunca en tu vida, me oíste, ¿me oíste bien? JAVI---Sí, mami. YAMILA---Hablaba de papá, que nos hace mucha falta…, ahora a ver TV. --LOS 2 A LA VEZ---Yo quiero los muñequitos y yo las aventuras. -YAMILA--Y, ¡yo dos televisores! pero como hay uno la vamos a sortear, ¿qué les parece? Y el que gane, aunque haya ganado ayer, no importa, al que le tocó… le tocó… YAMI---Entonces que la vea él, tiene mucha suerte, yo quiero un cuento. YAMILA--¡Ay, Santa Teresita de Jesús, ¡mándame un avión! Vamos, escoge uno del libro que te lo voy a leer... -YAMI--No, yo quiero que lo inventes tú. YAMILA---Bueno, ven a la cama, a ver si te quedas dormida. -Había una vez, una princesa que no vivía en un palacio… YAMI---Mami, todas las princesas viven en palacios… vira para atrás. YAMILA---No, nada de para atrás ésta no vive en un palacio, esta princesa es diferente porque es inventada, ¿me entiendes ahora? -YAMI--Un poquito ¿Qué le pasa a la princesa, mami? -Casi no estaba escuchando a mi hija, mis ojos se cerraban YAMILA-- ¿qué? ¿qué le pasó? YAMI---Sí, mami que le pasó, porque a las princesas siempre les pasa algo. YAMILA---Si a está también...Mis ojos se cerraron del todo, sacudía la cabeza...se cerraban. -YAMI---Mami, despiértate, despiértate, ¿qué le paso a la princesa? YAMILA.. La princesa...la princesa...la princesa...se murió, si se murió...se murió...io... El llanto de mi hija me despertó. -YAMILA-- No hijita, el cuento no se ha acabado ahora llegan las hadas a salvarla, ya verás, mañana terminamos, ahora a dormir, salvaré a la princesa, lo juro, ¡¡¡por la ley del canguro!!! Y la risa volvía a los rostros de mis hijos---Javier ¿qué buscas, hijo? JAVI-Tengo hambre. YAMILA-- ¡Ay, ahora era eso lo que me faltaba! Mira te voy a dar el pan que le toca a tu papá, pero no lo digas a tu hermana, comételo aquí en la cocina, mientras yo leo una cosa y deja esa puerta, déjala cerrada, ciérrala, y a dormir Lo sentía, me hablaba bajito, quedito casi en un susurro… Sí, sí, sí y sin pensarlo… abrí las puertas a mi corazon y apareció ante mí como un ser irreal, iluminando todos los espacios que se habían quedado sin luz y sin color desde que que salio para Angola, tengo sueños verdaderas pesadillas con él que estaba desaparecido en aquellas junglas entre la guerra y la muerte, fierras africanas que podian destrozarlo, que estábamos frente a frente sin mediar palabras, el silencio era nuestro cómplice y llo sentí a mi lado como un ángel divino que no sabía quién me lo había enviado, pero estaba ahí a mi lado… sólo me llegaban las caricias de su mirada…nuestros ojos se encontraron y habló el corazón... ………………………………………………………………………………………………………. - Capítulo IV“Santa Teresita de Jesús. A mis hijos Giselle Soler y José Eduardo Soler. Me levante tempranito, serían las 7, era sábado y quería hacer un montón de cosas, visitar a mis padres llegarme por la feria y sobre todo, irme un rato pera la playa con los niños; a ellos les encantaba pero la madre no se quedaba atrás, dejaría que durmieran un buen rato para yo aprovechar y pintarme el pelo ,me pondría un tono rojizo, sabía que a Javier no le gustaba que me lo pintara de ese color ,pero todo el mundo me decía que era el que mejor me quedaba, ya hacía 2 años que no estaba y no me había dado ni un tinte ni una sola vez, ahora lo haría, claro que sí, ese toque con el color de los ojos, bella… insoportablemente bella, bella cómo dice la canción y empecé a cantarla.---mi vecina me oyó ¿Qué no oiría esa ? pero eran tan buena, y sentí que me gritaba desde el patio. JULIANA---Estás muy contenta hoy ¿Tuviste carta de Javier? YAMILA---Las cartas de Javier llegan con la valija y son mensuales. El mes pasado no pudo mandarlas, me llamó para que no me pusiera bravita, ya tú sabes cómo me pongo cuando no sé de ‘el, lo que no me dice todavía cuándo viene, no le acaban de mandar el relevo y lo de él, lo de nunca acabar, hoy reparan un puente por aquí y dos explotan por allá... JULIANA---No te desesperes ya volverá la felicidad a tus brazos porque eso sí ‘el los adora a todos, pero contigo, mi amiga, contigo tiene un cogío…tú, lo sabes… -YAMILA--Dice que no lo espere ni para el cumpleaños de la niña que es en noviembre. JULIANA--Ya me imagino como deben estar los pretendientes y ahora con ese pelo pintado ---me lo decía mientras se acercaba , pensé, si no fuera por los platos de arroz con picadillo que se han comido mis hijos , hasta yo y el teléfono….ajajá… Nada, era buena, pero Radio Reloj…. nos queríamos y compartíamos algún que otro secreto— YAMILA--Hasta ahora no tengo enamorados ni proposiciones, amiga y si llegan sabré darle fuera a tiempo. Mira… ponerle yo padrastro a mis hijos…claro que no se los pondría, no, eso nunca, no sé pero me empecé a sentir culpable de algo que no había ocurrido... Si un presentimiento se adueñaba de mí, algo sentía roto, me sentía otra.... era otra cuando en la parada me lo encontraba tratando de disimular que me esperaba cuando yo me tardaba, claro que yo hacía lo mismo, pero no lo disimulaba, me gustaba que lo supiera como lo sabía, me regalaba su mejor sonrisa y el cielo se me caía en pedazos Sentí ruidos en la cocina, jajá ya estaban de pie los príncipes de la casa, les tenía una sorpresa… No se la diría hasta que no me ayudaran a recoger la casa. YAMILA---A desayunar, recoger la casa y después…sorpresas… de la mamá…. -JAVIER-- ¿Cuál es la sorpresa? A mí primero---decía Javier, celoso como su padre. YAMI---Mami, te tenemos una sorpresa, ven al patio ---y me llevaban de la mano— YAMILA---Y…. ¿Qué hay ahí dentro? ¿Se mueve…se mueve? No me digan que es un gato o un perro…aquí en esta casa desde que se murió la Negrita, dije que no, no... es no…Así que se lo llevan para donde lo encontraron porque me parece que es un Papucho…. Y ese fue el nombre que se le quedó, el gran Papucho había hecho entrada en nuestras vidas, llegó para quedarse y ahí está moviendo la cola, colado en la cama de los niños, claro que siempre lo descubro, entonces va derechito para la mía…Fue un día maravilloso, lo hice todo como lo había planeado, playa, bronceador de mantequilla con bijol, un toque moreno, lo sorprendería. Ay, Dios mío, como me gustan las sorpresas, eso, lo dejaría bobito…También fuimos a casa de los abuelos y comimos con ellos. -YAMILA--- ¿Están oyendo la calabacita? Llegó la hora del cuentecito, los ojos se les cerraban –Así que vamos, les voy a echar un rezaíto. -YAMI-- ¿Podemos decir en la escuela que tú nos rezas para dormir? -YAMILA--- ¡Ay, Santa Teresita de Jesús! Claro que no. LOS NINOS…Mami--- decían los dos-- ¿Quién esa Teresita? ¿Otro secreto? YAMILA---Pues sí, otro secreto era una santa, la conozco por la abuela…jajay, pero eso a nadie en la escuela, recuerden los secretos solo a mamá porque las mamás lo saben todo… -JAVI--- Si la abuela no la nombra. ---decía Javier--- --YAMILA--Ah, ahí otro secreto, la abuela cambió de religión, ahora no es católica y es otra la historia que también es un secreto... -YAMI---Mami…ma.…mi... Y Una risita maliciosa aparecía en las caritas angelicales de mis hijos. YAMILA---Se acabó, a dormir. A ver el rezaíto:” cuatro angelitos tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan, Juan, Lucas, Mato, Mateo, duérmanse niños que los angelitos los miran del cielo---ya estaba cerrándoles la puerta cuando oigo la vocecita de Yami----Mami, otro beso, éste es otro secreto, ¿verdad? ----La apreté contra mi pecho y le dije: Sí, mi amor, sí...cerré y fui a mi cuarto.... desde luego, el nuevo huésped estaba en mi cama, estaba tan cansada que lo dejé, que duerma en el lado de Javier—pensé--- Me quedé dormida por la mañana, quedarme dormida era la peor de las tragedias que podían sucederme a mí. Los levanté y salí corriendo, los crucé la calle y seguí para la parada. Lo vi enseguida, venía con su bata de médico puesta, nunca se la había visto siempre la guardaba en una mochila que traía…me hacía señas que me acercara…Sabía que me estaría esperando, de pronto se me quedó mirando entre extrañado y risueño---Me le aproximé lo más que pude, quería que me dijera algo de mi pelo rizado y rojo----También se me acercó--- ALEX---Buenos días----Buenos. Le contesté con una sonrisa--- Casi nos rozábamos y entonces escuché que me decía bajito... ALEX---Mira se te han quedado algunas pelusas de la colcha en el pelo ¿Te las quito? Santa Teresita de Jesús... ¿Me habré peinado? ---Sin pensarlo mucho le dije, no, no los quites es una nueva moda que se llama al descuido---me pasaba los dedos por entre el pelo y le repetía, al descuido, al descuido. ---Pensé haber salido airosa de la situación, lo peor venia detrás. -ALEX---Y te hace buena combinación con las chancletas…y me miraba, me miraba, nos mirábamos.... fue su declaración de amor nunca tuvo que decirme nada para saber que me amaba...tampoco tuve que hacerlo yo...el amor tocaba de nuevo a mi puerta. ………………………………………………………………… . Capitulo V “La amiga” A mi amiga Vilma Kenloc... Ya estaba en el baño, mientras tarareaba una canción y pensaba en Alex y siento que tocan a la puerta, me asusté... no eran frecuentes a esa hora visitas YAMILA--Javier… no se les ocurra abrir la puerta a nadie, a nadie ¿Me entendieron? Entré a la habitación, los dos dormían, siempre me gustaba verlos dormir, no tenía tiempo ahora, le quité los espejuelos a Javier y los puse sobre la mesita junto con el libro de" Colmillo blanco "siempre se le olvidaban tenía el habito de dormirse leyendo, creo que lo único que heredo de mamá, el resto una copia de su padre...Alguien tocaba a la puerta y ya era tarde en la noche, salí escurriéndome por la puerta y la cerré. Me asomé por una rendija de la ventana y era mi amiguita Yenesey, algún chisme gordo o se peleó con Eduardito. Pensé-- ¿Qué la traería por aquí a estas horas? Le abrí, por la cara que traía la cosa parecía seria; pero mi amiga era algo farandulera y le gustaba dramatizar, por eso no me preocupó tanto su cara de acontecida como si se hubiera tropezado con algún aparecido. YAMILA--Entra, déjame que me vista, ella me siguió hasta el cuarto. YENESEY---No te pongas nerviosa mi amiga ¿Ya tú comiste? YAMILA---Claro que sí, a estas horas, Yenesey, claro, dime, pero pronto lo que sea, estoy rendida, hoy no he parado ni un minuto y para colmo se me rompió la cocina, pero dime, dime... -YENESEY--Ay, mi amiga, yo tengo miedo de que te dé una cosa… -YAMILA—Jajajaja… pues no digas nada, no digas nada, ya mañana me enteraré tú sabes que Juliana es muy buena, pero es Radio Reloj., así que hablemos de otra cosa, a ver yo si tengo algo, un secreto, un secreto…jajaja a ver ¿dime qué ropa me queda mejor, el pitusa negro o la saya azul con la blusa malva? -que estaban sobre la cama- -YENESEY-- ¿Yami y esa presumidera? Ay, mi amiga, ¿tú te encontraste con alguien? No supe que contestarle de inmediato. -YAMILA--Pues nada que quiero verme bonita para eso solo tengo 32 añitos, estar presentable para mis alumnos y compañeros... -YENESEY--Yami, tú no andas en nada ¿verdad? Ay ¿Y ese pelo colorao? Mi amiga, tú te traes algo y con la noticia que vengo -siéntate y escúchame y no formes gritería. YAMILA ---De verdad ¿no quieres que te la cuente? ¿Dime? Me empecé a preocupar... YAMILA---Acábala de dar -le dije casi en un grito. Vamos, suelta ya…que te traes entre manos, dilo... YENESEY---Pero, no te pongas así, tómate un vaso de agua primero. YAMILA-- ¿Que vaso de agua ni ocho cuartos? -- Dímelo. Acércate, tú sabes que las paredes tienen oídos… Me le acerqué lo más que pude. Ay, mi amiga estaba muy agitada y entonces me asusté de verdad, Yenesey no era de las que se ponían nerviosa tan fácilmente era aspaventosa pero no, estaba nerviosa... Algo había pasado que la había hecho venir hasta mi casa, miré el reloj y eran más de las diez de la noche. No, me lo tenía que decir ya, ahora mismo o me iba a morir. De un salto me le puse enfrente, la agarré por los hombros entre llantos y sollozos le gritaba... YAMILA--- ¿Se murió mi mamá?... ¿Mi papá? ¿Los dos juntos en un accidente? Suelta, Yen…suéltalo ya…o me voy ahora mismo a averiguarlo a la calle, a la policía o a donde sea, a los hospitales YENESEY---No te pongas así, mi amiga, sí sé cómo te ibas a poner no vengo ahora mismo a contártelo y lo dejo para mañana… Por lo que acababa de decir, descubrí que mis padres gozaban de buena salud. Y.… y hasta respiré más tranquila, sólo después me di cuenta que no había pensado en Javier ni en un solo momento y mi agitación ahora cobró otro color fue entonces que me acordé de la guerra, palabra que siempre trataba de apartar de mi vocabulario pero ahora me traía mi amiga con su inesperada visita y pensé en él, toda mi mente se fue a Angola y ella bajando la voz comenzó a contármelo todo al verme más calmada aparentemente.
YAMILA---Bajito, los niños están durmiendo. Le dije. YENESEY---¿Tú estás segura, mi amiga, que quieres que te lo cuente esta noche? YAMILA--Claro, claro, pero acaba porque de esta me muero y te saco la lengua... -YENESEY--Se me acercó y me dijo al oído---Mataron a Raulito, el hijo de Fina … YAMILA--¿A Raulito? ¿Estás segura?… ¿A Raulito, ahora sí Dios mío...y Javier no iba, Javier no iba con él…iba con él ¿Dime Yen ¿Iba con ‘el o no?... Raulito es su chofer, como es que lo mataron a él y a él no, dímelo, por lo más que quieras… ¿Mataron a Javier? ¿Lo mataron? Ay, Dios mío…. Me lo mataron, mira que le pedí, que le supliqué que no fuera…que no fuera, que no fuera, yo sabía que lo iban a matar tenía el presentimiento, hasta se lo dije a la China. Me lo mataron… ¿Está muerto o… muerto? YENESEY---Mi amiga, no te pongas así, vas a despertar a los niños... Tú sabes que tenía que ir, no podía decir que no, cálmate, que no he terminado, no te adelantes, escucha a tu amiga. Ven que los niños no se despierten, tómate este poquito de agua, decía, mientras nos abrazábamos las dos llorando con las lágrimas más amargas con las que nunca había llorado, no lloraba sola, mi amiga compartía mi dolor con la misma intensidad que yo, éramos dos almas dolientes, unidas en la misma angustia, una sola palabra se había adueñado de las dos: la muerte... Mis sollozos despertaron a los niños. Me cubría la cara con mis manos, no me importaba que me vieran en ese estado, porque el dolor a ellos también les llegaría, se me abrazaron y lloraron conmigo sin saber por qué lo hacían, pero lloraron, lloraron mucho… Mi amiga trataba de consolarnos, yo no le daba paso cuando intentaba zafarse la apretaba con tanta fuerza que no la dejaba despegarse hasta que al fin pude escuchar que decía. -- No se sabe, mi amiga, no se sabe, se supone que Raulito iba solo, pero lo que pasa es que no se sabe nada de Javier, a lo mejor no está muerto porque su cuerpo no lo han encontrado todavía, está desaparecido. Mi amiga, tú tienes que jurarme que esto no se lo contarás a nadie ni a tu sombra y ni a los niños tampoco… Ay ,me van a meter en tremendo lío con mi papá y se lo busco a él, júramelo...júramelo, Me suplicaba. Me di cuenta de dos cosas, primero de cuanto quería a Javier, el padre de mis hijos y segundo lo cruel que fui con mis hijos al dejarlos allí en aquella escena donde se hablaba de la posible muerte de su padre, ellos no conocían aun el significado de la palabra y desde esa mala noche la clavaron en sus tiernos corazoncitos. La fuente de Yen era muy segura, su padre era el General de División Octavio Ruiz del Campo, único militar negro de alto rango en el Ejército Cubano, él enviaba partes muy frecuentes a su familia en La Habana acerca de la guerra. Estás noticias no llegaban de inmediato a los familiares, el Gobierno se guardaba el derecho de dar la noticia cuando lo decidieran, era algo así como un secreto de Estado, cuando algún cubano moría en Angola los familiares podían o no enterarse algunos se enteraron cuando el Gobierno los trajo , dio una cifra de muertos y desaparecidos con sus nombres, los enterró en fosas destinadas para ellos en sus localidades, de modo que algunos se enterraron de la muerte o desaparición de sus familiares cuando el Gobierno decidió trasladarlos a Cuba. Me sentía rota en mil pedazos, traté de hacer averiguaciones por mi parte y nada, debía esperar por la noticia oficial que me llegaría cuando menos la esperara, no sé si mi amiga hizo bien o mal en avisármelo. Muchos años después cuando despedía a mi hijo Javier en el aeropuerto, supe que nos equivocamos... Ellos, sí despertaron y supieron a tiempo buscar un nuevo destino, aunque solo se tratara de huir.... …………………………………………………………………….. CAPITULO VI “La visita” Dedicado a mis exalumnos Jorgito y Líen Borges porque su padre fue uno de los desaparecidos de la Guerra de Angola." Un día me iré despacio, no habrá palabras, sólo una sonrisa de despedida... Quedarán algunos recuerdos, escritos en los cuadernos, en los muros.... aquéllos que no se olvidan". gini miguez lima. YAMILA--Dios mío, es él… él y se está acercando a mi casa, lo vi cuando me asomé por la ventana para ver si los niños llegaban de la escuela. Sí… no me quedaban dudas… era él… Dios mío y creo que empecé a temblar. Me quedé sin aliento, mis manos perdían el calor, de estar frente a un espejo vería mi rostro palidecer ¿El en mi casa, tocando a mi puerta en los momentos que todos eran para Javier? ¿Qué hago? Ya estaba tocando, sentía sus toques como martillazos como si se propusieran derribar la puerta. Me...acerqué…me acerqué para luego retroceder, mi cerebro decía no, no…no la abras, no, deja esa puerta, déjala cerrada, ciérrala, pero mi corazón me traicionaba… Lo sentía, me hablaba bajito, quedito casi en un susurro… Sí, sí, sí y sin pensarlo… la abrí…y apareció ante mí como un ser irreal, iluminando todos los espacios que se habían quedado sin luz y sin color desde que supe la noticia de la desaparición de Javier, era él y había venido a verme… Estábamos frente a frente sin mediar palabras, el silencio era nuestro cómplice, nuestro mejor aliado…nunca descubrí si él conocía la verdadera causa de mi dolor en aquellos instantes, lo sentí a mi lado como un ángel divino que no sabía quién me lo había enviado, pero estaba ahí a mi lado… sólo me llegaban las caricias de su mirada…nuestros ojos se encontraron y habló el corazón... Sentí ruidos, los niños estaban llegando de la escuela con mi vecina que se había brindado a recogerlos. YAMILA---Saluden, miren quién vino a vernos…Yami, se le acercó y lo besó con naturalidad como a alguien que conoce desde hace tiempo. -- JAVI--Javi, ven, saluda a Alejandro, ven, saluda a Ale… --JAVI-- No, no quiero saludarlo, voy a jugar a la pelota y hacía que se iba. YAMILA--- Pero niño ¿Qué te pasa? Ven, lo saludas, te quitas el uniforme y sales a jugar, le decía, un poco para suavizar la situación en que me ponía. -JAV--- Que se vaya, que se vaya... ¿A que vino? Gritaba desde su cuarto. YAMILA--- Mira, discúlpalo está muy nervioso desde lo de su padre, sólo atiné a decir Era fácil para Ale asumir la actitud del niño, él era Sicólogo y acababa de pasar por un divorcio. Entonces tomó mi mano y se despidió de todos... Mi vecina no perdía ni un segundo en averiguar quién era aquel hombre, pensé en mentirle y decirle que era amigo de Javier, pero lo deseché al momento, no estaba mi ánimo para mentiras y aunque la visita de Ale hizo revoletear las mariposas en mi imaginación, mi tristeza era real, aunque casi siempre al nombrarlo desde hacía un tiempo lo llamaba, el padre de mis hijos, eso lo descubriría después cuando por fin tuve noticias desde Angola. Ya venía observando desde hacía un tiempito que algo estaba sucediendo en mi hijo Javier, cada día peor, del niño alegre y juguetón que era no quedaba nada, gruñón, malhumorado, bocón por todo protestaba, me espiaba, sentí que en muchas ocasiones me miraba como a una enemiga, la magia que existía en nuestras relaciones se iba muriendo poco a poco y trataba de arrastrar a su hermana con él, se había convertido en un niño difícil. La maestra me citaba frecuentemente para darme quejas por su conducta. No sabía cómo manejar la situación sin la autoridad del padre, lo necesitaba a mi lado para compartir la responsabilidad de la crianza de los niños, tuve veces que llegué a sentir el látigo de la soledad golpeando duro, impotente para asumirla, necesitaba trabajar y poco a poco mi vida se fue convirtiendo en una rutina sin final, la guerra de Angola me obligaba a caminar sola por la vida. Después que hice estas reflexiones decidí hablar con mi hijo, muy seriamente. Cuando Juliana se marchó, YAMILA---Javi, que mamá quiere decirte algo, ven un momento, hijo. Lo esperaba en el portal y no veía que se acercara o por lo menos me respondiera, decidí ir hasta donde estaba jugando con los demás niños de la cuadra. Me le acerqué. YAMILA-- ¿Desde cuándo, cuando la mamá llama no se le hace caso, dime?... Mientras lo hacía volverse para mirarle a los ojos, sólo conseguí que me siguiera hasta la casa, caminaba despacio de mala gana con la cabeza agachada casi hasta el suelo, pero me seguía. YAMILA-- Debemos hablar de algo ¿Qué pasó hoy, ¿pasa algo, ¿verdad? Me estaba llevando al límite. YAMILA-- ¿No sabes de qué te hablo? Dime, dime, me estás poniendo muy brava contigo, sabes; pero como los ratones te comieron la lengua, lo diré yo, fue entonces que escuché su voz. JAVI-- Porque las mamás lo saben todo Santa … ¿Qué estaba pasando con mi hijo? Lo atraje hacia mí, mientras lo acariciaba por la espalda, fue como arrastrar a un poste, pero lo conseguí, nos abrazamos…Gracias mi Santa, parece que es la primera vez que me oyes. No, me equivocaba de nuevo... tampoco me había oído. JAVIi--- Mamá -lo dijo casi en un sollozo- mamá, prométeme una cosa ¿Me la vas a prometer? Prométeme que Ale no dormirá en el lado de mi papá en la cama de ustedes ¿Me lo prometes, mamita ... ¿Me lo prometes? Yamila siente el miedo que nos lanza lo inesperado, a lo que se teme y desea solo esos instantes mágicos del silencio y de la entrega que nunca más se repetirán que dejan sus huellas invisibles en nuestras almas para siempre ………………………………………………………………………………………. CAPÍTULO VII“LA CLASE”. "Un brazo de la noche entra por mi ventana. Un gran brazo moreno con pulseras de agua" Sobre un cristal azul jugaba al río mi alma. Los instantes heridos por el reloj... pasaban. Nocturnos de la ventana." Federico García Lorca. -Me abracé a mi hijito, le di mil besos, nos reíamos y llorábamos juntos y… levantándolo en mis brazos le prometí que sólo ocuparía ese lugar el gran Papucho…y reíamos como dos pilluelos. La complicidad volvía con mi hijo; pero la mujer languidecía, casi se perdía en la blancura de las sábanas fieles de la guerra; la cama continuaba vacía, se acabarían los aniversarios, las promesas, los milagros del amor en noche de pasiones y besos., no más sueños no más fantasías…Me sentí al salir del cuarto de mi hijo como una flor con los pétalos rotos, le había cerrado el paso al amor porque de una cosa estaba segura amaba a Ale, su amor en silencio había dejado huellas, sentía miedo de mí ¿Podría cumplir a mi hijo la promesa que le hacía? ¿Cómo sería verlo y hacer que no lo veía?… Un silencio sin estrellas me acompañaría en mis noches blancas en mi cama vacía. Volví al PRE, para mí el regreso al aula representaba el rencuentro con mis alumnos a los que realmente quería y extrañaba. Sí, es cierto, el aula es un escenario en el que siempre debes actuar, hacer una representación de algo, más en mi asignatura... nada, pero siempre llevé dentro una actriz frustrada me gustaba recitar, y cuando veía a las actrices quería ser como ellas. Así que el volver de nuevo me llenaba de ilusión. Cuando entré al aula, por una extraña complicidad entre los alumnos y el profesor, ellos siempre adivinan tus estados de ánimos, si estas triste, aunque llegues con una sonrisa de oreja a oreja, malhumorada o feliz o enamorada los comentarios no se hicieron esperar. ALUMNO 1-- Profe, que linda esta hoy. Sentí como en un susurro, bajito o el movimiento de sus labios yo leía -está triste, algo le pasa. El cuchucheo era evidente ALUMNO2—Bajito--¿Estará enamorada? No, chico, es por el marido que está en Angola... Después llegaron los saludos cariñosos y efusivos con los besos y apretones descubría que ellos sabían lo que me estaba ocurriendo, lo más probable era que algunos estuvieran pasando por el mismo dolor de la guerra en tierras lejanas, donde algunos fueron sin conocer la existencia de ese país, iban a luchar por una causa desconocida, eran las víctimas del sacrificio .Estas ideas latían en mi mente pero siempre cuando llegaba al aula era como si dejara en la puerta todos los problemas y me transformara o, como decía mi madre: esos estados cambiantes de ánimo--- hija, uno nunca sabe contigo---un poco que hasta me sonreí recordando esas cosas. YAMILA-- Comenzaremos con un nuevo autor, escribí el nombre en la pizarra… Federico García Lorca y una obra de teatro:” La casa de Bernarda Alba.” Quiero que alguien me diga qué obras conoce de este autor, estudiadas en cursos anteriores. Mis alumnos cursaban el grado 12. -YAMILA- A ver Joan, muy bien---"Preciosa y el aire" algún pedacito. … alguien me lo dice… Pues seré yo… lo digo yo----sentí algunas risitas, sabía que era la aprobación de mis alumnos porque les encantaba que les recitara a mis favoritos que ya ellos conocían. "Su luna de pergamino Preciosa tocando viene. Al verla se ha levantado el viento que nunca duerme. Niña, deja que levante tu vestido para verte. Abre en mis dedos antiguos la rosa azul de tu vientre. Cuando llegué a estos versos las risitas volvieron eran maliciosas a mí me parecieron celestes, eso era lo que quería tocarles el alma y sentía que lo conseguía, que rieran si tenían que reír o lloraran, el disfrute por la obra, por el arte, por la magia de la creación y continúe leyendo otras estrofas YAMILA--¡Preciosa, corre, Preciosa, que te coge el viento verde! ¡Preciosa, corre, Preciosa! ¡Míralo por dónde viene! Sátiro de estrellas bajas con sus lenguas relucientes. No les seguí leyendo... se me iba la clase, debía entrar en la obra y la jefa de cátedra estaba allí en el último pupitre porque si no me pierdo con preciosa por la ventana, huyéndole al viento verde...Ya había hecho la presentación del autor, cuando alguien levanta la mano, era Enriquito, el niño malo pero tal vez el más listo---yo lo adoraba y le sonreí con cierta malicia. ENRIQUE--- Profe, ¿Lorca era gay? El rumoreo y la cara pícara de Enriquito, me perdieron. YAMILA--- Sí, lo era. Entonces alguien dijo ALUMNO--- Era pájaro. Y las risitas acompañadas maliciosas que algunos escondían YAMILA--Pájaro allá fuera, gay, homosexual aquí en el aula. Impuse mi autoridad y de alguna manera recordaba a amigos. YAMILA-- Quiero que me contestes, tú mismo Enrique-- ¿Crees, que la sexualidad del artista determina el valor de su obra? ENRIQUE---No lo determina, la preferencia sexual no tiene que ver con la calidad del artista, profe. Conduje el debate y por fin entramos en La casa de Bernarda Alba, sus conflictos y personajes y cuando llegué no al personaje protagónico de Bernarda, al de Adela, me detuve, era mí preferido y la puse en el centro del aula, salió a la pista al debate, que tanto me gustaba. Yamila--¿Que piensan de Adela? A ver, por aquí... Pues muy bien, estoy de acuerdo con Tamara, ella es el personaje vital de la obra, se entrega al hombre que ama saltando por todos los convencionalismos sociales de la época, claro que desobedeció a la madre, pero ¿Qué representa Bernarda Alba? Los prejuicios, la hipocresía, manipulación y abuso. me perdí con la Alba... Al fin sonaba el timbre y me despedía de la clase. Una vez en el pasillo, Sonia, mi jefa de cátedra se me acercaba. J DE CATEDRA- -Yamila, sé por la que estás pasando y eres mi amiga, si no fuera por eso la evaluación de tu clase sería una R pero te daré B---Eso significaba regular y hasta rebaja de salario podría traerme. Pero saltó la liebre herida, y Dios mío, mí santa Teresita de Jesús YAMILA---¿Qué tú dices? Ya me la estás evaluando, la defenderé hasta en las Naciones Unidas…pero sé por dónde van los tiros. J DE CATEDRA--Yamila, pero hija como te transformas, eres otra en el aula, discutiremos tu clase con calma. YAMILA--- Nada de calma, ahora mismo. J DE CATEDRA---Mira, Yami, no manejaste lo de la homosexualidad desde una función didáctica, educativa, son adolescentes y qué si les van a los padres con el cuentecito que tú defiendes a los homosexuales---quise interrumpirla---Estás muy alterada, te entiendo, mi amiga, tampoco me gustó la defensa de Adela, piensa que en el aula hay algunas jineteras, como hablarles y aprobar la desobediencia a los padres y entregarse a un hombre porque nos gusta o lo que es peor por lo que nos pueda dar a cambio… Piensa bien lo que te digo… YAMILA--Me di cuenta de que nada conseguiría con mi amiga, había que seguir diciéndoles a los alumnos lo que al estado le gustaba. YAMILA---Despreocúpate, Sonia, sé que debo irme del aula, pero de R nada porque tengo que trabajar, son dos bocas que alimentar y a Javi, ya le quitaron la leche. Sabes para dónde voy ahora, pues a jinetear unas libras de leche en polvo. Le decía, mientras me alejaba y sacudía la cabeza. JULIANA- Yamila, Yamila... Era mi vecina Juliana con una carta y es de Angola, es de Angola, YULIANA-- Mí amiga, seguro te traen noticias de Javier, la dejó uno que vino enfermo y te hizo el favor de traértela La cogí temblando, era de Angola…Sí…de Angola…de allá venía… sentí un viento verde que lo presentía. Me propongo, a ver si lo consigo, entrar en los vericuetos del alma femenina en deuda con el amor, ver la guerra como en una cinta cinematográfica que no descubrimos en los momentos que la proyectaban y la vimos sin entrar de lleno en el conflicto porque no nos tocaba, pero un día de pronto entramos a una sala y la están poniendo y sentimos que somos los protagonistas. Algunos cubanismos empleados: Jinetear, para los cubanos es salir a resolver un problema, de la forma más rápida sin importar mucho como. La palabra adquirió otro significado cuando el Gobierno, por problemas económicos le dio paso al turismo y con la llegada de estos la prostitución llegó a los jóvenes cubanos con los extranjeros como una vía para obtener moneda dura y aliviar la pobreza que se nos avecinaba. Una cosa curiosa fue que estas jineteras y jineteares no tuvieron el rechazo de la población, no los aplaudían, pero no se les cerraban las puertas. Pájaro, para nosotros es el homosexual al que también le llamamos ganso, parece que tiene que ver algo con las plumas y volar... Autor mencionado: Federico García Lorca (1898-1936) Fuentevaqueros, Granada, España. Obras mencionadas. “Preciosa y el aire del Romancero gitano" y "La casa de Bernarda Alba, obra de teatro. ………………………………………………………………………………. CAPITULO VIII “TE AMO” Te amo... con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos. Pablo Neruda. Al fin llegó la noticia tan esperada, no sabía cómo abrir la carta, se la di a Juliana. -YAMILA--- Mi amiga, no puedo… no puedo y empecé a llorar, las lágrimas me acariciaban, una rara sensación sacudía todo mi cuerpo. -JULIANA--- Pero la Yamila valiente y atrevida ¿dónde se metió? Vamos que no se diga -Me decía mi vecina para animarme. YAMILA---- No puedo, mi amiga, no puedo, ábrela tú y léemela bajito te observaré y leeré en tu cara la noticia… Anda, no tengas miedo soy valiente, aunque ahora no te lo demuestre… Léemela... Me hizo caso, me la comía con mis ojos de gata asustada…y hay Dios mío., Dios mío en un momento me le abracé y le dije muy bajito ¿Vive, no está muerto? ¿Qué…? ¿Qué...? ¿No está muerto? De pronto, Javier comenzó de nuevo a escribirme, sus cartas se hacían cada vez más hermosas, llenas de pasión y proyectos, él nunca había sido expresivo conmigo en detalles que siempre le pedí, hasta llegué a pensar que los ingenieros eran demasiado racionales y analíticos para las fantasías que llenaban mi universo y que esa era la causa y hasta llegué a conformarme, eso sí, siempre me sentí la reina de su corazón. Comprendí que sólo eran recuerdos almacenados en el cajón en los que no quería revolver mucho, dejarlos ahí y no tocarlos, mis estados de ánimos cambiantes no me permitían el lujo de distraerme. Me sentía poseída por la obsesión de un amor irreal, imposible, que no daba paso a la posibilidad de pensar con sensatez... La noticia me trajo alegría por saberlo con vida, pero mi corazón sentía que ya no le pertenecía estaba a punto de cerrar un capítulo de mi vida, o más bien me estaban obligado a cerrarlo y yo no lo advertía, pero en esa carrera por vivir al día sentía la necesidad de abrir otro con nuevos rostros y nuevas sonrisas., sentía que me iba despacio de su vida que no volveríamos a caminar juntos con nuestros hijos que con tanto amor trajimos a la vida. Sólo mediaría una vieja sonrisa y algunas palabras que quedaron escritas en cartas y que no podrían ser olvidadas ni barridas y desde luego, nuestros dos hijos, más difíciles de negociar. Todavía no culpaba a la guerra de Angola estaba tan inmersa en mi vida, en mis conflictos que vivía el momento sin pensar en el mañana, Alicia en el país de las maravillas, que ironía, mermelada ayer y mermelada mañana, nunca hoy, sólo las cosas inmediatas el pan de cada día, vivir al día, no quería culparme, no quería lastimarme, aunque no siempre lo conseguía. Muchos años después cuando los muertos llegaron me di cuenta de que habíamos vivido una vida irreal, enmascarados como fantasmas sin rostros al ritmo de una danza de la muerte a donde el gobierno nos había arrastrado. Los días iban pasando y nos veíamos a diario, ay, Dios mío, si por algún motivo no lo veía no tenía sosiego pensaba en mil cosas… que ya no le gustaba, no me necesitaba… otra, que me mentía, que debía ser más complaciente, entonces el sufrimiento se apoderaba de mí y hasta que no volvía a descubrir su sonrisa cuando en las mañanas me le iba acercando y sabía que él me esperaba, no era feliz. Aquel día, lo recuerdo entre risas y llantos fue tan definitivo en nuestras vidas que la marcó para siempre. Salí temprano y crucé a los niños para la escuela y no lo vi en la parada, un nudo se me hizo en la garganta y mis ojos se nublaron, no lo esperé como hacía otras veces, cogí la primera guagua que pasaba. -CHOFER--- Caballero, esto se rompió----oí casi al momento de montarme---No, no podía estarme pasando eso, justo el día que había decidido ir al Hospital donde trabajaba. Lo siento, a bajarse todo el mundo, que esto se rompió y me voy para la terminal. Se formó una en aquella guagua. -CIUDADANO---Oye, que hay niños, personas mayores y mujeres embarazadas. Dejen la puerta libre, hay que bajarse todo el mundo. No empujen a la gente, todos vamos a salir. Yo casi no escuchaba. Llegar a la puerta de salida era un riesgo, el tumulto, todos queriendo salir a un tiempo, hubo golpes, hombres tratando de aprovecharse y meter mano, de todo como en las películas de los sábados: lenguaje de adultos, es decir malas palabras, violencia y sexo…Pero logré bajarme y esperar otra guagua que desde luego cuando veían la parada tan llena por una guagua rota, ni paraban. Allí estuve un buen rato, al fin cogí otra a como pude y llegué al Hospital. Lo vi enseguida como si me estuviera esperando toda la mañana... Allí estaba.Una sonrisa entre lágrimas fue mi saludo cuando sentí sus dedos correr por debajo de mis ojos y sus labios en mi mejilla. Me olvide todo, el rio arrastrando el cuerpo de Javier, la fiera devorándolo o la bala mala buscando su corazón. Le devolví el beso y sentí su piel en mis labios, entre nerviosa y coqueta: YAMILA - Oye, que hay que afeitarse- Su risa no se hizo esperar y cuando lo oía reír el mundo se me perdía en aquel instante solo lo veía a él y a su risa de hombre bueno. --ALEX-Se me acabaron las lágrimas de hombre jajjajja y los dos reímos como colegiales cogidos en falta COMENTARIOS Y UN POEMA DE JOSEFA IZQUIERDO. Y Regresó el Amor Y se marchó callado, de repente, cómo se van las noches y los días, cómo en invierno las mañanas frías, cuándo amanece bajo un sol ardiente. Entonces ése amor tan inocente se transformó en algo sin sentido, y con la herida hecha por Cupido, comenzó a perderse entre la gente. Y murmuraban al notar su herida, pero siguió sin rumbo definido, ya qué importaba, estaba tan perdido, qué se olvidaba de su propia vida. Vagando con la mente aturdida por entre calles, bosques y montañas, enredado en sus propias telarañas, hasta qué al fin pudo sanar la herida. Y regresó con sueños de quimera con el alma cómo bella mariposa, volando sobre una blanca rosa recibiendo la ansiada primavera. De josefa Izquierdo . Nada mejor que tu poesía para la mejor respuesta, un agradecimiento eterno por estar aquí a mi lado con tus comentarios tan hermosos Anóninimo. ES TODO TAN BIEN ESCRITO…ME PARECE UNA PELICULA!!!!!!!!!!!!!SI, YA LEI LOS PRIMEROS CAPITULOS....Y LEERELOS SIGUIENTES...INTERESANTE EL ALMA DE YAMILA(COMO SABE LA ESCRITORA,GINI,ENTRAR EN LAS ALMAS Y PODER SACARLAS CON PALABRAS...PRODIGIOSA PLUMA!!!!!!!!!!!!YO TAMBIEN ESPERO EL PROXIMO CAPITULO!!!!!!!!!! MARIA MIRO Josefa Izquierdo15 de febrero de 2012, 15:10 Gracias Gini, quizás fue Yamila la qué me inspiró a escribirlo…Muchas gracias por siempre mantenernos atentos a tú pluma. Un abrazo. novela …………………………………………………………………………………… LA CAMA VACIÁ CAPITULO IX “LA CHINA” “te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso” Mario Benedetti. Sabía que yo iría ese día, me lo confesó después, misterios de los amantes. Había suspendido la consulta con algún pretexto y me esperaba. Y yo ni al trabajo había llamado, era como si nos convocáramos para el encuentro por un extraño misterio que nos señalaba el día, la hora y el lugar para nuestra primera cita de amantes escondidos. Por primera vez nos cogimos de las manos, en silencio nos miramos y por alguna pillería del destino allí mismo nos besamos, no podría seguir huyendo de sus labios comenzaba un nuevo camino una nueva historia, sentí como si un montón de besos me llegaran desde el cielo. Me olvidé de todo, la promesa a Javi se borró de mi memoria, no me sentí culpable estaba en ese momento mágico del amor en que se pierde la razón por completo, no vemos, no oímos ,no escuchamos nada más que a nuestro corazón que nos dice ama, no te detengas. Nos fuimos a un parque de Miramar, no sabíamos dónde meternos, La Habana es una ciudad donde se respira el amor, la sensualidad y hasta el sexo, pero a dónde irían dos amantes a cubrir sus cuerpos con sus besos, eso nunca se sabe. El parque nos ofreció escondrijos para nuevos besos pero sentíamos la necesidad de romper los vitrales y acurrucarnos en los brazos de la pasión, entonces Ale recordó el apartamento de un amigo que estaba para el interior de la isla, nunca supe si se lo inventó en aquel momento, nos fuimos y allí nos hicimos cómplices de aquellas paredes que guardarían nuestros secretos...allí quedaría incrustado todos nuestro amor dando paso a la locura y al fuego , su aroma se quedaría para siempre en mi cuerpo. Salimos a la calle, la ciudad me ofrecía un nuevo rostro, la desnudez de las paredes rotas y sin pinturas eran cubiertas con las ternuras del amor, me empeñaba en ver todo lindo y Ale se reía, se reía porque le estaba pasando lo mismo. Al fin nos separamos como a tres cuadras de la casa de mi amiga la China, tenía que recoger unos jabones, claro también era un pretexto porque la China era a la única persona que yo le contaría mi aventura. En cuanto llegué, me miró de arriba abajo y con una socarrona sonrisa me dijo. LA CHINA----Uf, uf, tú no vienes del PRE, no señor, tú vienes de otro lao, esa carita te desmiente. --YAMILA---Ay, China ¿de dónde tú crees que vengo a esta hora y corriendo? ¿Tienes los jabones? -LA CHINA---Te conozco mascarita, aunque vengas disfrazao---me decía y yo que estaba loca por contárselo--- YAMILA--- Chinita, eres una bruja, no vengo del trabajo, vengo de un lugar secreto ---no sabía cómo empezar.---Salí con ‘el, bueno, sí…te lo voy a contar, pero que no salga de estas cuatro paredes.. Salí con el muchacho ése... ¿Sabes? del que te hablé el otro día---No me gustaba mucho la cara que estaba poniendo-- CHINA--Yami, ¿tú perdiste la cabeza por el Doctorcito ese? Con la clase de hombre que tú tienes. Ay, me muero, me muero, pensaba mientras mi amiga me decía estas cosas. YAMILA--- Mira China, si vine hasta aquí fue para contártelo, pero dame los jabones y me voy. -LA CHINA---No, ahora me lo cuentas todito, tú sabes que eres para mí como la hija que no tuve, eres mi ahijada y me lo vas a contar ahorita mismo. —Me desarmó y le conté con pelos y señales sin omitir detalles. -YAMILA-- Está bien, mi amiga, le voy a pedir perdón a Santa Teresita de Jesús---Le dije mientras le daba un beso— LA CHINA-- ¿Qué tú estás diciendo niña? Y esa santa tan extraña que siempre tienes en la boca, santa de blancos, nada de eso, se lo pides a Changó...Santa más rara, a Changó...hija... a Changó, él te perdona porque es un santo medio relambío... Después de todo ella siempre me protegía y sabía que sería mi aliada. ---Nos despedimos, me fui más tranquila. Salí corriendo a fajarme con la guagua de nuevo, pero me sentía feliz, no me sentía arrepentida, así que recogí a los niños y me fui directo a casa, pero una sorpresa me aguardaba. -YAMILA---Yen, desde cuándo estás aquí? – ---Yenesey desde hacía una hora te esperaba en el portal de tu casa. YAMILA---Entra, hoy he tenido un día tremendo---le dije mientras abría la puerta. YENESEY---Pero, no fuiste a trabajar, me he pasado el día detrás de ti---le hice señas que no dijera eso delante de los niños y esperó estar adentro para seguir hablando. Té traigo buenas noticias desde Angola---acércate y me dijo al oído— Javier viene de vacaciones ya sabes, mi amiga, ni a los niños se lo digas, secreto de estado, mi padre te lo mandó a decir, él sabe lo que pasaste cuando pensabas que Javier estaba muerto y nos autorizó para que te lo dijéramos. YAMILA- ¿Cuándo? Cuando somos protagonistas de los acontecimientos, somos noticias para el mundo, el discurrir del tiempo nos envuelve en una telaraña de la que no salimos hasta que no echemos la vista atrás como dice el poeta al volver la vista atrás, solo estelas en la mar. La guerra cambio la vida a muchos cubanos, dejo huellas en los corazones rotos, remendados y vueltos a remendar por los sueños que siempre acuden a tiempo y andamos en busca de nuevos caminos. ………………………………………………………………………………………………………………………. CAPITULO X “TENGO MIEDO” "Tengo miedo de los ángeles de los lirios y de las rosas." Gini Miguez Lima. YAMILA--- ¿Cuándo? ¿Cuándo? Yen, que te estoy preguntando…Por favor ¿Cuándo? -YENESEY-- Eh, Yami y ese desespero, ya lo sabrás, es bien pronto y ahora me tengo que ir, un beso… Pero si estás llorando y temblando mujer, no te pongas así, está vivo y viene de vacaciones. Mira, como te veo tan nerviosa te voy a dar un adelanto, un adelantito, ven, acércate… Qué cruel resultaba todo, ella lo sabía por boca de su padre el General de División, a mí no se me informaba nada, como era mi amiga me daba el parte, me limpié el rostro con mis manos, la apreté contra mi pecho y dejé que se marchara, sin decirme nada, su padre sólo la autorizó para eso, y si Javier por alguna razón no podía venir, todo se quedaría en el silencio de las conversaciones rotas por mis lágrimas, por mis culpas. YAMI--- Mami. YAMILA-- Pero niña ¿Qué está pasando? ¿Qué pasa Yamila? deja de dar gritos que para darlos estoy yo. Le gritaba histérica, me había convertido en mamá y papá y ese rol no siempre me salía bien, pero, nada ella seguía dando gritos. -YAMI-- Mama, que están tocando en la puerta. Mi vecina Juliana se acercaba con mi hijo Javier bañado en sangre, sentí que todas las fuerzas de mi cuerpo se me escapaban, se me nublaba la vista y sólo veía una mancha roja cubriéndolo todo. JULIANA---No te asustes, tranquila que de esa parte sale mucha sangre-- Me decía mi vecina que lo traía casi cargado. -YAMILA--Cuapude hablar ¿Qué le pasó, ¿qué le pasó? -YAMI----Mami a Javi, Yosvany, el loco, el hijo de Sofía, le tiró una piedra por la cabeza, se la tiró, yo lo vi. mami. ---gritaba Yamila. JULIANA---No es nada---decía Juliana, mi vecina, habitual espectadora de mis pequeñas desgracias, YAMILA-----Limpié la sangre y me fui recuperando del susto. Ahora al policlínico. ---Ya estaba oscureciendo cuando siento que tocan a la puerta ssssss, les hice a los niños guiños. No quería visitas inoportunas, iba a escribir una carta trascendental para mi vida y necesitaba que los niños fueran a la cama temprano… pero insistían. YAMILA--- Sssssssssssss, asómate Yami por la rendijita. Le hice un gesto con la mano interrogándola y con cuánta mueca pude... ¿Quién? ¿Quién? -YAMI---Yosvany con su mamá. ---Me decía casi en un susurro, mientras aleteaba sus mamitas como asustada. YAMILA--- Ábrele la puerta, Yami. Entró como Pedro por su casa. Ay... No... No, así no, así no me vengas con tus quejas a esta hora y con el día que he tenido. No te voy a atender, aunque me llames a la policía. Pensaba para mis adentros, mientras le mostraba mi rostro bien serio, casi retándola. MAMA DE Y--- ¿Yamila, ya sabes lo que pasó esta tarde? Ay, Dios mío, a esta hora y con ese recado. Sentí que algo se me rompía por dentro y la lengua se me desataba. YAMILA---Sí, lo sé, cosas de muchachos, ya Javi está en su cuarto, gracias por venir a pedir disculpas. Para qué fue eso. -MAMA DE Y--No vengo a pedir disculpas, no faltara más que casi te maten al muchacho y vengas a pedir disculpas, vengo a darte las quejas de Javier y soy yo la que está esperando por las tuyas. Si no haces nada con tu hijo voy al Comité...blablablá... ya no escuché más nada que ese bla, bla, bla... Sus últimas palabras eran ladridos que me dañaban el oído…. Santa Teresita de Jesús, Changó, lo que sea…Ay, no…darme quejas a mí y a estas horas…no, no…y con la cabeza como la tenía, me decía mientras la miraba de arriba abajo y salió la impredecible, la que no piensa mucho en dar una respuesta inesperada. MAMA DE Y-- Sofía, no sé si sabrás que desde que Javier no está, tengo un horario para recibir quejas de 3 de la mañana a 5, así que ya sabes, no te puedo atender ahora. Lo dije sin pensarlo mucho, de carretilla, ya me tenía cansada de tantas quejas, cada vez que Javierito hacía algo, ahí estaba ella con su hijito de la mano, pero el colmo ahora se lo había tomado bien en serio. MAMA DE Y---Sí, todos en el barrio conocemos de tus horarios, me supongo que los cambies cuando tu marido regrese. Lo decía con tanta ironía, con una risita socarrona, se burlaba de mí. Me quedé sin respuesta, solo reaccioné cuando mi hija me preguntaba algo acerca de esos horarios. Estaba en boca de todos y el mundo se desmoronaba a mis pies, La miré de nuevo y sentía que me descubría y casi me miraba con compasión, nunca me gustó que nadie sintiera lástima de mí y por poco la echo de un tirón, me quedé en la puerta, señalándole el camino. YAMILA--- Nada, hija, no entendí lo que me quiso decir, vamos a dormir. YAMI-- ¿A qué vino Yenesey? ¿Trajo noticias de papá? ¿Trajo cartas? Me cogía por la barbilla para que me atendiera. Te estoy hablando. YAMILA---Sí, trajo, mañana les cuento. YAMI---No, ahora, ahora, ven… coge un ladito y me haces un cuento y me hablas de papá. --YAMILA---Había una vez una princesa tan linda como tú… Que vivía con un duende verde… -YAMI---No, primero dime de papá. Javi que nos escuchaba saltó de su cama y se acostó entre las dos. -YAMILA--- Bueno, es un secreto no lo pueden decir, pero el papá parece que va a venir muy pronto. Cuantos brincos dieron en la cama nunca los conté, los dejé y hasta me les sumé para compartir su alegría, no quería que descubrieran mi tristeza. -YAMILA---Ya… ya, basta...a dormir y mañana les cuento más. Y desde el patio sentía Nocturno, la voz del locutor ronroneaba los títulos y el musical de La chica de la valija, por momentos me envolvía en sus notas y la vida me sonreía de alguna forma revivía momentos felices...Dormían como angelitos mientras los miraba las lágrimas surcaban mi rostro y sentía su sabor en mis labios… y mucho miedo de mí, de Javier, por los niños… Pensaba escribirle una carta a él donde le abriría mi corazón. No tenía ni idea qué le diría, pero era una necesidad no podía guardar por más tiempo, nunca lo había traicionado y necesitaba desahogarme. La noticia de su regreso vino a remover todas mis fibras, los rincones ocultos. El tiempo se resquebrajaba en un quejido ya no existía para el escape y entonces como tantas veces guardé mis recuerdos en mi viejo libro para echarle un vistazo de vez en cuando porque los ecos de su amor aún resonaban en mis oídos… Me dolían me asustaban, me hacían llorar en silencio. Decidí abrirle la puerta al amor que nos unía, a las promesas y fidelidades, la ternura regresaría desde el abrazo y el amor por nuestros hijos. …………………………………………………………………………………….. CAPÍTULO XI “LA EMBAJADA DEL PERÚ” “Aún no estoy preparado para no tenerte y sólo recordarte... Aún no estoy preparado para no poder oírte o no poder hablarte, no estoy preparado para que no me abraces y para no poder abrazarte.” Pablo Neruda. Estaba resuelta a dejar a Alex, no podía tener esa doble vida, Javier llagaría algún dia, también pensaba en mis hijos. Comencé mi carta, nunca había tenido una resolución más penosa que esta, quizás ni Alex, podrá suponerlo, pero estaba llorando. Alex, no pienso regresar, se nos terminó el tiempo, el asombro de la tarde marcó nuestro camino, sólo somos el aroma de esa flor, el perfume de las rosas nos indica que no habrá nuevos regresos...No puedo atraerte hacia mi. No hay huellas, las nubes que nos saludaban en las tardes de amor se marcharon, sólo nos quedará el sabor de algunas caricias robadas a los atardeceres, ya no existen los besos que rompen el silencio y se esconden en las paredes. La ciudad no nos dará la oportunidad de nuevos encuentros, debemos regresar y caminar separados, sólo nos quedan algunos recuerdos guardados en los muros que fueron testigos de nosotros, de nuestro amor. No voy a regresar. Yamila. Me estaba torturando, las lágrimas no bastaban, el silencio ahogaba mis palabras y se quedaron impresas en aquel papel que en un momento arrugué y eché al cajón… pero lo recogí…y lo guardé dentro de mi bolso... al otro día se lo entregaría dentro de un libro... YAMILA--Me levanté al aclarar, apuré a los niños y salimos a la calle. Evidentemente algo estaba pasando, las vendedoras del Granma gritaban, gritaban… VENDEDORES---Entérate…entérate, la escoria se metió en la Embajada del Perú…Entérate, mataron a un policía de la embajada, una guagua llena de gente entró a la sede, los gusanos la tirotearon y mataron a uno, el gobierno revolucionario rechaza la acción y le pide al embajador peruano, Ernesto Pinto Basurto la entrega de los apátridas, el embajador peruano se negó. Fidel decide quitarle toda la seguridad a la embajada y advierte del peligro de darle asilo a esos asesinos, vagos, escorias y delincuentes…Entérate de la noticia. Se equivocaba o mejor lo sabía, en Comandante, no todos eran escorias porque esas llegarían cuando Fidel les abrió las puertas de las cárceles y hospitales psiquiátricos, también a los homosexuales, tenías la salida asegurada si se declaraban locos u homosexuales, se fueron muchos artistas, muchos profesionales y personas de bien, la maldita Revolución gritaba éxitos en estos episodios, ellos sabían que era un acontecimiento inaudita para ellos, que todo lo controlaban, ahora apretaría más la represión y la libertad de expresión para todos los habitantes de la isla, no confiaban en nadie y cualquiera era su enemigo, vendrían más años difíciles para la población cubana y la represión se agudiza y todos éramos sospechosos para ellos

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