Yamila, la cama vacía,

h, disculpa, es que ando apurada, no te vi, figúrate me empujaron, yo te limpio la camisa…A ver, A ver…limpiecita…ya…pero eres mudo? ¿No dices nada?…ni las gracias? bueno…será otro día…. Disculpas... De pronto sentí que alguien hablaba detrás de mi espalda…jajá…debe ser el tonto ese ¿que se habrá creído? y mire para otro lado. Insistía, la cantidad de personas y la algarabía de la guagua no me dejaba escuchar bien lo que quería decirme, me envalentoné, seguro ahora le toca disculparse a él y me volví entre coqueta y contrariada. Entonces lo vi, supe que era él, eran las 7.23 am del miércoles 31 de marzo, me miro y oí por primera vez su voz, no había reparado ni en sus ojos ni en su boca, seria después, muy a mi pesar …. -Mira, llevas el pullover puesto al revés. Respiré profundo, no, no, no podía ser que estuviera diciendo lo que acababa de oír, no... Pero siguió. -Parece que se te cayó un arete. Quería morirme de la rabia, pero lo miré más coqueta que rabiosa. -Ah, sí, se me olvidó con el apuro y los niños, aquí lo traigo ¿Me ayuda a ponérmelo? Le dije para obligarlo a alguna escusa… -Mejor te lo pones tú, aquí no se puede dar un paso. Energúmeno, pretencioso, vanidoso, estúpido……dije para mis adentros, regalándole mi mejor sonrisa. … Lo vi cuando se bajaba, bah…tanta importancia…ni alto era, y los ojos, de qué color los tendrá? Pero a la camisa no se le había caído el creyón de labios… sonreí con malicia...lo que le espera... -Señores, déjenme salir, me quedoooo, alguien debió contestar…camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Dos paradas, Dios mío, llegaría tarde y por culpa de ese engreído, por suerte no tenía por qué encontrármelo más en mi camino. Crucé la calle y cogí otra guagua. Hacia el mismo recorrido de siempre por las estrechas calles de la Habana Vieja hasta el Pre José Martí, allí estaban mis alumnos esperando regados por los pasillos deseando que no llegara. Salí más tarde que nunca, tendría que pasar por casa de la China a ver si le quedaba arroz y me vendía unas libras, no tenía nada que llevar a la mesa para mí y mis hijos, por suerte, le quedaba y me vendió 10 libras, me fui tan feliz y pasé por la escuela a recoger a los niños... -Mami, cómo te demoraste-decía Yamila. - ¿Y tu hermano?....niña te estoy hablando ¿dónde está? Ah,se fue con Pavel a su casa a ver las palomas… Ay, Dios mío ¿Cuándo vendrá el padre de ustedes de Angola? Capítulo 2 “El reencuentro” Me levanté a la misma hora de siempre, la mañana convidaba para quedarse en casa, nublada y un ligero aire frío acompañado por unos rayitos tibios de sol se asomaban por la ventana, desperté a los niños. Andando, andando se quita el frió. Llegue a la parada como siempre atolondrada. -El último, el último, nadie contesta ¿No hay último? - De pronto una voz algo desconocida pero no del todo -Aquí, aquí…No.no, no podía ser, él otra vez atravesado en mi camino, era mucho., demasiado., pero era él… -¿Usted, no escuchaba mis gritos? Perdona, estaba entretenido, no me di cuenta…ah, pero hoy trae el pullover bien puesto y los dos aretes., que bien… -Si, así es porque es el mismo pullover y al quitármelo se volvió al revés y me salió derecho, mañana, si no lo cambio estará al revés… Entonces fue cuando me fije en su sonrisa, en la blancura de sus dientes perfectos y el color café de sus ojos. Me le quede mirando fijamente hasta que termino dándose cuenta de mi insistencia al mirarlo. - ¿Te sucede algo? ¿Te puedo ayudar? -No, nada que se me olvidaba una cosa pero ya es tarde, nada…y lo mire de reojo, hoy lo veía guapo, hasta más alto y diría que simpático. Muy interesante la teoría del pullover, un día al derecho y otro al revés ---se reía y se transformaba de tal manera ante mis ojos que hasta me olvidaba pasar a los niños la calle para su escuela. Mami, mami…apúrate que vamos a llegar tarde… -Si, sí, me guarda el turno, ahora vuelvo… Tuve que correr para no perder la guagua, por suerte él estaba allí y casi me tiene que cargar para poder entrar. -Gracias, si no es por usted llego tarde otra vez al trabajo. -Por qué usted hoy y no ayer, ayer me tuteabas… No sabía que responderle… -Esss que ayer casi no me había fijado en usted, sentí su risa, casi una carcajada, lo confieso me encantan los hombres cuando ríen y lo miré a mi antojo. -Ya que te fijaste bien y ahora ¿Me ves más viejo? ¿Por ahí viene eso de usted? Ahora la que me reía era yo… Pensé en vengarme de lo que me hizo el primer día, lo confieso no pude, lo sentí atado a mi destino, había llegado para quedarse, muy a mi pesar Capitulo 3 “La princesa” -Vamos ¿Quién me da el beso primero? Y los dos corrían a mis brazos, yo lanzaba el veredicto fina ¡Empatados! Entonces salían corriendo tras de mí como dos angelitos traviesos. -Pues, bañarse, tareas, TV y a dormir que mamita tiene que preparar clases... Yamila siempre protestaba--Es muy aburrido. -Nada de aburrido, hazle un favor a mami, ve y pregúntale a Juliana si me puede prestar cuatro huevos para una tortilla que cuando vengan yo se los pago... --No, yo no voy, me da pena que vaya Javier, siempre me toca a mí. Y saltaba el otro por allá. -Para eso eres niña. - Pero niño y esas ideas machistas ¿Quién te las metió en la cabezota? -Nadie, pero yo nunca he visto a mi papa salir a pedir nada a los vecinos, siempre vas tú. No tuve respuesta y me hice la tonta. -Nada, nada, está bien, voy a ir yo y se acabó. Me di cuenta después que no educaba a mis hijos de la mejor manera y que tal vez él fuera el día de mañana desconsiderado con su pareja, no lo pensé en esos momentos porque lo mío era resolver la comida, vivía atropelladamente en el presente... -¿Yami, terminaste la tarea? -Me falta la de Matemáticas… -¡Dios mío! ¿Cuándo vendrá ese hombre? -Mami, que hombre, el de la guagua? -¿Qué dices, Javier? ¿de quién hablas? -Del de la guagua, al que le manchaste la camisa de creyón? - Mira muchachito, no repitas mas eso nunca en tu vida, me oíste, ¿me oíste bien? -Sí, si... -Hablaba de papá, que nos hace mucha falta…, ahora a ver TV. -Yo quiero los muñequitos y yo las aventuras. -Y, yo dos televisores! pero como hay uno la vamos a sortear, ¿qué les parece? Y el que gane aunque haya ganado ayer, no importa, al que le tocó… le tocó… -Entonces que la vea él, tiene mucha suerte, yo quiero un cuento. -¡Ay Santa Teresita de Jesús, mándame un avión! Vamos, escoge uno del libro que te lo voy a leer... -No, yo quiero que lo inventes tú. -Bueno, ven a la cama, a ver si te quedas dormida. -Había una vez, una princesa que no vivía en un palacio… -Mami, todas las princesas viven en palacios… vira para atrás. -No, nada de para atrás ésta no vive en un palacio, esta princesa es diferente porque es inventada, ¿me entiendes ahora? -Un poquito ¿Qué le pasa a la princesa, mami? -Casi no estaba escuchando a mi hija, mis ojos se cerraban ¿qué? ¿qué le pasó? -Sí, mami que le pasó, porque a las princesas siempre les pasa algo. -Si a está también...-mis ojos se cerraron del todo, sacudía la cabeza...se cerraban. -Mami, despiértate, despiértate, que le paso a la princesa? -La princesa...la princesa...la princesa...la prima...se murió, si se murió...se murió...iodo El llanto de mi hija me despertó. -No hijita, el cuento no se ha acabado ahora llegan las hadas a salvarla, ya veras, mañana terminamos, ahora a dormir, salvaré a la princesa, lo juro, por la ley del canguro! Y la risa volvía a sus labios. -Javier ¿qué buscas, hijo? -Tengo hambre. - ¡Ay, ahora era eso lo que me faltaba! Mira te voy a dar el pan que le toca a tu papá, pero no lo digas a tu hermana, comételo aquí en la cocina, mientras yo leo una cosa. Algunas palabras usadas: ----GUAGUA: para nosotros los cubanos significa ómnibus, bus Compartir Enviar entrada por correo electrónico Etiquetas: novela Comentarios

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